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Voto de Luis Miguel:
8
7,5
7.565
Comedia. Drama
En plena Guerra Fría, el profesor Hamilton, un sabio ingenuo que creía en las bondades de la energía nuclear, al darse cuenta de su error, huye y se lleva consigo todos sus secretos. Encuentra refugio en Calabuch, un pueblo mediterráneo que a él le parece maravilloso porque la gente se limita a vivir y conserva el sentido del humor y de la amistad. (FILMAFFINITY)
22 de agosto de 2014
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Calabuch" es un claro ejemplo del cine que pretendía hacer Berlanga ya en sus inicios. Comedias corales, con personajes de lo más pintoresco (en ésta rozan lo surrealista en cuanto a humor como explico en spoiler), pero característicos de la sociedad española de la época: Y ahí tenemos al Alcalde, el Guardia Civil, el cura... Un auténtico homenaje a su tierra, a la pirotecnia y en especial a ese maravilloso enclave tranquilo que era Peñíscola (anda, que para rodarla ahora...).
Berlanga contrapone a toda esta galería costumbrista con el protagonista, un científico que con tal de pasar desapercibido para que no lo encuentren, es capaz de confraternizar con cualquier habitante de Calabuch, e incluso de recibir clases de educación para adultos para no despertar sospechas.
Por esta película desfilan actores más bien desconocidos, aunque sorprende descubrir que Edmund Gwenn fue un habitual de Hitchcock en sus primeras películas en blanco y negro, así como que la voz de Manuel Alexandre (aquí Alejandre) esté doblada. Impagable la aparición también de José Luis Ozores en un papel muy propio de la España tradicional: Como novillero de una vaquilla. Y cómo no, el genial Pepe Isbert como el farero Don Ramón.
Mi nota: 7,7
Berlanga contrapone a toda esta galería costumbrista con el protagonista, un científico que con tal de pasar desapercibido para que no lo encuentren, es capaz de confraternizar con cualquier habitante de Calabuch, e incluso de recibir clases de educación para adultos para no despertar sospechas.
Por esta película desfilan actores más bien desconocidos, aunque sorprende descubrir que Edmund Gwenn fue un habitual de Hitchcock en sus primeras películas en blanco y negro, así como que la voz de Manuel Alexandre (aquí Alejandre) esté doblada. Impagable la aparición también de José Luis Ozores en un papel muy propio de la España tradicional: Como novillero de una vaquilla. Y cómo no, el genial Pepe Isbert como el farero Don Ramón.
Mi nota: 7,7
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Escenas que casi son surrealistas:
- Que, al verlos disfrazados de romanos, Jorge hable en latín con los contrabandistas.
- Que los detenidos salgan y entren de la cárcel en función de las circunstancias, y que incluso se les diga que cuando vuelvan no hagan ruido.
- La partida de ajedrez telefónica entre Don Ramón y Don Félix.
- Que, al verlos disfrazados de romanos, Jorge hable en latín con los contrabandistas.
- Que los detenidos salgan y entren de la cárcel en función de las circunstancias, y que incluso se les diga que cuando vuelvan no hagan ruido.
- La partida de ajedrez telefónica entre Don Ramón y Don Félix.