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Voto de sargentobilko:
4
Comedia Dos profesores de instituto, amigos y enemigos, se plantean la utilidad real de las redes sociales: ¿de verdad es comunicación o no son más que una manera de compartir banalidades? Ambos tienen opiniones distintas: el primero está totalmente integrado en la modernidad mientras que el segundo es un hombre calzado a la antigua y adalid de la “vieja escuela”. Un día los dos profesores llegarán a intercambiarse sus vidas en un intento de ... [+]
27 de agosto de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pocas combinaciones de dos palabras tan simples pueden dar un resultado más agradable. Bendita Ignorancia, -bueno, cerveza fría, pero ésa no toca hoy- esa ignorancia que se tiene cuando hay un alma pura, una nula capacidad de dañar, ésa que los niños -tan crueles en casi todas las ocasiones- tienen cuando descubren un mundo nuevo, ésa que tiene los ojos abiertos de par en par, iluminados por ese rayo de felicidad instantánea que ilumina esa carita que poco a poco irá perdiendo al tener cada vez menos ocasiones de descubrir mundos nuevos.
Pues toda esa Bendita Ignorancia poco o nada tiene que ver con lo que nos ocupa. Bueno, poco sí. Hoy nos ocupamos con este título de esas personas que viven en los mismos mundos, paralelos y opuestos dónde todo se complementa y no hay nada más alejado que uno mismo. Ignorantes de su mismo mundo, Ignorantes en su propia felicidad.
Con un prometedor planteamiento inicial, la interactuación de los actores con los espectadores, una historia que plantea una más que atractiva opción, pero que desgraciadamente cae en picado como mis ganas de seguir en la sala. No deja cabos sueltos, simplemente inician un planteamiento sobre temas muy interesantes pero los dejan en una simple anécdota, no profundiza sobre lo que de inicio es interesante, la dependencia actual a los medios electrónicos y redes sociales entre dos enemigos íntimos que compartieron en su juventud un amor verdadero, derivando hacia una sobreactuación desmedida de los actores con esa impronta tan mediterránea de gesticular en exceso y gritar.
Intento de comedia dirigida por Massimiliano Bruno que nos plantea la historia de Filipo (Alessandro Gassman, hijo de Vittorio Gassman) y Ernesto (Marco Giallini, Perfectos Desconocidos) que a pesar de conocerse desde la infancia, están enfrentados en todo. Su forma de ser y de pensar es muy diferente. Mientras el primero es extrovertido, pasional y pasa las horas en las redes sociales, que utiliza en su propio beneficio mostrando el camino a seguir a sus alumnos, el segundo es educado, clásico, digamos “clásicosevero y desprecia nternet y el mundo tecnológico. Los dos son profesores de secundaria y por casualidad se encontrarán dando clase en la misma escuela. Sus puntos de vista opuestos les conducirán inevitablemente a un nuevo choque. Y el reto será que Filippo no podrá utilizar durante dos meses ni smartphones ni ordenadores, y Ernesto, que jamás los ha usado, deberá centrar su vida en ellos, descubriendo así un mundo nuevo.
LO MEJOR: Una magnífica idea pero muy mal desarrollada.
LO PEOR: No profundiza en ninguno de los temas que plantea.
sargentobilko
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