Es difícil enfrentarse a una película como ésta, es complicado pensar hacia qué lado quieres que fluya la trama, que historia es la que quieres que te cuenten, la que se va desarrollando o la que es más siniestra, más morbosa, la de Escobar.
Escobar, por extraño que pueda parecer, no cuenta la historia del narco más famoso de Colombia, simplemente, es una historia paralela que muestra a pinceladas, algunos rasgos del personaje.
He comentado alguna vez que no me terminan de gustar las películas que empiezan por el final?. Escobar es otra de ellas, que va viajando en el tiempo para irnos ofreciendo la historia a través de flashbacks.
Nick llega junto a su hermano a lo que piensa que es un lugar paradisíaco, playas blancas, agua azul y surf, mucho surf, hasta que en su camino se cruza una chiquita del lugar, que resulta estar emparentada con Escobar.
Correctas actuaciones, con un grave problema, Del Toro es demasiado Del Toro para cualquier actor que lo tenga cerca, capta toda la atención, aunque se hace lenta, igual está pasada de metraje.
La dicotomía entre el personaje que es familiar, cercano, amable, preocupado por los suyos y el que no tiene compasión, no tiene sentimientos y que no tiene problema alguno que prescindir de quien sea, le da a la historia un punto más de interés.
Según cuenta el film, el Patrón era malo como un dolor, pero de los malos.