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España España · A Coruña
Voto de Carli:
8
Drama Un hombre, Alekséi, habla con su esposa sobre su situación actual y los motivos por los que se han distanciado. La película es una evocación continua de recuerdos y sentimientos del propio Tarkovsky que viajan en diferentes tiempos sin orden aparente: la relación con su madre, su infancia,...que se mezclan con material fílmico de noticiario sobre la Guerra civil española, la Segunda guerra mundial y el enfrentamiento entre la URSS y ... [+]
26 de marzo de 2018
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Algunas veces la imagen sigue al sonido y representa un papel secundario y no viceversa. El sonido es algo más que una simple ilustración de lo que está sucediendo en la pantalla.“

No es fácil entrar en "Zerkalo", cinta enigmática donde las haya y profundamente autobiográfica. El director ruso condensa en esta obra magna recuerdos personales de su infancia bajo una estructura narrativa nada convencional.

Tarkovsky nos deja ya perplejos en el prólogo, donde se observa un show televisivo donde un joven tartamudo es curado por una mentalista. En la siguiente escena veremos un espectacular travelling de avance que se acerca a una bella mujer, sentada en una valla, que se encuentra oteando el espectacular paraje que tiene ante sí. Pronto intuimos que su marido la ha abandonado, teniendo que sacar a su hijo adelante sin una figura paternal. Una voz en off(Alexei) evoca recuerdos de su infancia, mezclándose momentos del presente, manteniendo discusiones con su madre y su ex mujer, interpretadas ambas por Margarita Terekhova, confundiendo al espectador en muchos momentos. Los poemas que se van citando a lo largo de la película fueron escritos por el padre del propio director.

"Zerkalo" no tiene una estructura narrativa lineal, saltando cronológicamente en el tiempo sin previo aviso, desde evocaciones del pasado a secuencias oníricas pasando por el complicado presente del protagonista. El genio ruso incide en captar sonidos de la naturaleza, los movimientos de las ramas de los árboles o el sonido del agua y el viento, creando una atmósfera mística, poética y con cierto aura de magia.

Tarkovsky demuestra ser un auténtico poeta visual. Cada fotograma podría estar colgado en cualquiera de las mejores pinacotecas del mundo, siendo cada plano una obra de arte por derecho propio. Los sueños son plasmados en una bella fotografía en blanco y negro, mezclándose con la preciosa fotografía a color de otras escenas. Otra técnica que predomina, como en toda la obra del ruso, es el uso de plano-secuencia, con una lentitud narrativa que agota por momentos al espectador.

Una película íntima que a la vez es un poema críptico sobre el inexorable paso del tiempo. En palabras de un servidor la obra cumbre y zenit artístico del maestro ruso. Una cinta de una belleza insólita, irrepetible en la historia del cine, donde Tarkovsky llegó a unas cotas de perfección en sus imágenes que todavía ningún director ha podido superar.

ARTE. EN MAYÚSCULAS.
Carli
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