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España España · A Coruña
Voto de Carli:
8
Drama La historia está ambientada en 1907, en Uppsala, Suecia, y se centra en los Ekdahls, la familia del joven Alexander y su hermana Fanny. Los padres se dedican al teatro y son felices, hasta que el padre muere de forma repentina. Al poco tiempo, la madre decide casarse con un líder religioso conservador, una decisión que cambiará sus vidas. (FILMAFFINITY)
15 de abril de 2018
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
"A veces, por la noche, cuando estoy en el límite entre el sueño y la vigilia, puedo entrar por una puerta a mi niñez y todo está como estaba entonces, con las luces, los olores, los sonidos, y la gente... Recuerdo la calle silenciosa donde vivía mi abuela, la agresividad del mundo de los mayores, el terror por lo desconocido y el miedo a las tensiones entre mi padre y mi madre"

La película más accesible del cineasta sueco, pese a su extensa duración, constituye la obra más personal de toda su fimografía. "Fanny och Alexander" es un filme netamente autobiográfico, donde Bergman vuelve a ahondar en sus temas predilectos: la familia, la muerte, la religión, el sexo, el inexorable paso del tiempo, las preguntas acerca de Dios, el conflicto entre el hombre y la mujer o la inevitable soledad del ser humano, incluyendo esa infancia clandestina que tanto marcó al director escandinavo.

Estamos ante un drama ambientado en la primera década del 1900, que narra el periplo existencial de Alexander Ekdhal y de su hermana Fanny, que observan desde la niñez el ambiente que reina en su familia, de claro carácter aristócrata, y como la muerte de su querido padre les cambiará la vida.

La película arranca con una fiesta navideña en casa de los Ekdhal, poblada de personajes extravagantes y muy bien perfilados por el cineasta sueco. La lujosa Navidad en familia es contada desde el punto de vista del niño. Todo cambia cuando fallece el padre, propietario de un teatro, momento en el cual la vida de los dos niños se convertirá en un infierno, ya que la madre de ellos dos se casará con un odioso obispo, cambiando sus vidas de manera radical. Interpretado por un fabuloso Jan Malmsjö, el nuevo padrastro de Fanny y Alexander es una persona horrible, cínica y con una estricta forma de ver la vida, privándoles a su mujer y sus hijos de todo tipo de comodidades, despojándoles de sus objetos personales y obligándoles a llevar una vida austera, estricta, religiosa y sin ningún tipo de lujos, con una autoridad impasible. Este personaje es un alter ego del padre del propio Bergman, un severo obispo luterano. Poco a poco se irán haciendo patentes las diferencias entre el obispo y Emilie y sus hijos, creando una atmósfera aterradora y siniestra en el lúgubre palacio donde habitan. Alexander posee una imaginación desbordante, que se mueve entre la realidad y su mundo imaginario, siendo extremadamente testarudo, algo que le causará muchos problemas con su padrastro.


Mediante una puesta en escena muy sobria, el director de fotografía Sven Nykvist(Sacrificio de Tarkovsky) consigue que cada encuadre sea una delicia para el espectador, con una estética y vestuario muy cuidados, de primer nivel. La incidencia de la luz predomina durante todo el filme y los primeros planos ayudan a acentuar el dramatismo de los personajes, sus sentimientos, dudas y preocupaciones, mostrando el genio sueco su talento para dirigir actores, algo habitual durante toda su carrera. Las secuencias oníricas de Alexander impregnan a la obra un aura de misticismo, suavizando así los momentos más tristes de la película. Otro acierto de la película es la gran caracterización de la multitud de personajes que pueblan el filme.

Un drama familiar apasionante, una película que constituye sin ninguna duda una de las cumbres de la filmografía del maestro escandinavo, donde reúne todos los ingredientes que han caracterizado su fabulosa obra.

Me quedo con las últimas palabras de la película, dictadas por la abuela:

“La mentira y la realidad son una, todo puede acontecer; todo es sueño y verdad, el tiempo y el espacio no existen; y sobre la frágil base de la realidad la imaginación teje su tela, y diseña nuevas formas, nuevos destinos”.
Carli
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