Voy a empezar dejando las cosas claras: llevo viendo esta serie desde su inicio, estuve frente al televisor en el primer episodio, y también seguí (y sigo) a su predecesora. No soy alguien que la critica sin saber, simplemente trato de ser objetivo.

La que se avecina no es, ni mucho menos, una comedia perfecta. Es pasable, y ya está. No vas a encontrar una obra maestra, y es muy posible que ni te rías, pero tiene una atmósfera entretenida que te permite evadirte de tu día a día y pasar un rato frente a la pantalla.

En su primera temporada, era algo sosa y aburrida. En su segunda temporada empezó a tomar esencia propia, los personajes y las tramas encontraron su punto. En la tercera temporada llegó Estela Reynolds, que en sus primeros episodios se mantuvo carismática, pero algo ocurría: se notaba cierta simplificación de los guiones. La cuarta derivó en una basura vulgar y repetitiva (y no tengo miedo en admitirlo), con una Estela repulsiva y odiosa, un Antonio demasiado salido y un Amador estúpido. La quinta resulta algo vacía, con unas incorporaciones poco acertadas, pero gana algo de coralidad en ciertos episodios.

El principal problema de esta serie es su mencionada vulgarización: Amador, de ser un tipo inteligente y culto, pasa a ser un garrulo retrasado, incapaz de hablar bien y obsesionado con el sexo. Más de lo mismo con Antonio, pasa de ser un "tocapelotas" con un oscuro pasajero salidillo (aquí me ha salido la vena Dexter) a convertirse en un salido, sin más, sin matices, sin ocultarse a sí mismo. Ídem con Berta, Raquel, etc. Los personajes se desdibujan, y llega a un nivel que para mal.

Otro punto negativo es la falta de coralidad. Ahora, todo se basa en Recio y Amador, añadiendo antaño a Estela. Y se acabó. Los demás personajes son de relleno, de apoyo para las tramas protagonizadas siempre por éstos. No ayuda que lo único en lo que se basan estas tramas sean en algún plan para lograr la presidencia, contra el moroso o contra el amante de su mujer en el caso de Antonio, o en encontrar trabajo/echar un polvo en el caso de Amador.

En definitiva, una serie normalita, llegando a mala si la miramos con objetividad. Te llegarán a aburrir los chistes sobre chochos, pinchitos, sexo, etc., como a un servidor, pero de vez en cuando te encontrarás algún gag aceptable.

Lo dicho, buena para evadirse por su atmósfera, pero no esperes encontrar una obra maestra.

(Al menos, los actores son muy buenos y cumplen con creces).