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Voto de Melón tajá en mano:
3
Documental Este documental es un homenaje al alemán Ralf König, el más célebre y querido dibujante de cómics del mundo. König es autor de obras como "El hombre deseado" o "El condón asesino". Humor, ironía y observación mordaz de la realidad son las armas que emplea contra la intolerancia. (FILMAFFINITY)
29 de octubre de 2012
2 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
La letona Rosa von Praunheim aprovecha su quinto documental para tratar de rendir homenaje a Ralf König (explícito y polémico dibujante de cómics de temática gay) y condenar efusivamente a los diferentes censores morales.

Aunque el asunto que ocupa a 'KÖNIG DES COMICS' ('RALF KÖNIG, REY DE LOS CÓMICS')es atractivo y está correctamente construido narrativamente, este documental carece de la virtud determinante de enganchar al espectador poco familiarizado con el mundo del cómic o mínimamente interesado en dicho artista y su respectiva obra.

Von Praunheim sugiere un fresco del artista con el noble fin de encontrar los porqués de sus referentes e inspiraciones, pero su lápiz acaba trazando una caricatura sórdida durante ochenta minutos demasiado largos.

Cabe rescatar varios elementos vistos aquí que producen envidia: la simple existencia de una directora interesada en la biografía de un dibujante de cómics, la normalidad visual y verbal con que es tratada la homosexualidad y el fervor popular que genera la cultura entre los alemanes.

Es verdad que las libertades creativas y de expresión están más cuidadas en Alemania que en otros países europeos, incluido el nuestro. Pero también estamos demasiado alejados en cuanto al sentido del humor. Y este aspecto supone un lastre importante para una película que se apoya demasiado en un humor nórdico que ni fu ni fa.

'König des Comics' solo gana fuerza cuando plantea un paralelismo entre la obra del dibujante y sus relaciones sentimentales: Ralf airea sus fantasmas y el documental coge algo de aire. Después mantiene el interés un rato enfocando el binomio humor-religión, pero el espejismo dura poco.

Las lecturas públicas de König entorpecen el ritmo y la película se hace interminable. El final se tiñe de rosa insoportable y el tropezón reluce de manera evidente. Lo peor es sentir la certeza de haber visto un reportaje más digno de la TV que de una sala de cine. El tema daba para más. Oportunidad perdida.
Melón tajá en mano
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