Se trata, a mi entender, de una de las mejores películas de animación de la factoría Dreamworks. Varias son las razones que me llevan a afirmarlo:

1.Lo que se cuenta, es decir, el guión es extraordinariamente bueno. El mensaje que se dirige al público infantil es bien claro, Hipo, un niño diferente y marginado por su aldea vikinga es capaz de acabar con la violencia gracias a una apuesta diferente: conocer mejor al enemigo -los dragones- e intentar buscar la razón de los enfrentamientos de su pueblo con ellos. En el mundo actual, hay una gran falta de empatía, no somos capaces de ponernos en el lugar del otro.
Hay un momento en el film en el que Astrid le dice a Hipo que porqué no mató a uno de los dragones una vez lo tenía retenido, tal y como les habían enseñado. Hipo le contesta que “no fue capaz porqué le miró y vio que estaba tan asustado como él”

2.Magnífico 3D con secuencias muy logradas y con gran sensación de profundidad en muchas de sus escenas. Aquéllas en que Hipo monta a Desdentao (su amigo el dragón) son muy espectaculares y hacen que vivamos el 3D como si planeáramos realmente con ellos.

3.Excelente banda sonora. John Powell al que ya vimos dirigir soundtracks en películas de animación como Shrek, Bold, Kun-fu Panda e Ice Age 3 entre otras, brilla por su estilo y adaptación a esta gran película (mucho oiremos hablar de su banda sonora en éste año).

Dreamwoks culmina el cine de animación después de dar el salto definitivo con Shrek y recomiendo la película en su versión 3D. Pónganse en las filas más alejadas del cine para disfrutarla plenamente.

No os la perdáis y si tenéis público infantil, hacedle un buen regalo, llevadlos a ver “Cómo entrenar a tu dragón”.