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Voto de FATHER CAPRIO:
9
Terror Sentado en un banco de un parque, Francis anima a su compañero Alan para que vayan a Holstenwall, una ciudad del norte de Alemania, a ver el espectáculo ambulante del doctor Caligari. Un empleado municipal que le niega al doctor el permiso para actuar, aparece asesinado al día siguiente. Francis y Alan acuden a ver al doctor Caligari y a Cesare, su ayudante sonámbulo, que le anuncia a Alan su porvenir: vivirá hasta el amanecer. (FILMAFFINITY) [+]
11 de mayo de 2009
9 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es francamente difícil intentar hacer un comentario serio de El gabinete del doctor Caligari de Robert Wiene sin referirse al movimiento expresionista en su versión cinematográfica. Esta película está unánimemente considerada como el buque insignia del cine expresionista
alemán y no hace falta ser un experto en la materia para darse cuenta,desde el primer fotograma, que más allá de lo puramente cinematográfico, el film es una propuesta absolutamente innovadora desde un punto de vista estético. Por ello, el dirigir las líneas de pensamiento hacia el expresionismo como corriente artística es totalmente inevitable y surge la
pregunta del millón: ¿Qué es el expresionismo?. Perdonen mi desconocimiento, pero reconozco que he debido bucear a una cierta profundidad en el ciberespacio para hacerme con cuatro conceptos que me permitan defenderme siquiera mínimamente.

Lo primero que me llama la atención es la contraposición expresionismo – impresionismo. Al parecer los mismos ojos que escudriñaban las realidades materiales se vuelven ahora hacia los interiores y exploran el terreno de lo subjetivo. Y lo que la verdad esconde es un universo complejo que no puede representarse con campos de amapolas o paisajes bucólicos. No. Se
precisa la dureza hiriente de las líneas puntiagudas, los espacios geométricos   opresores   y   los gestos deformados que  “expresan” las inquietudes de almas atormentadas. En El gabinete del doctor Caligari al expresionismo se le añade el terror, quizás como subproducto de una guerra recién terminada. De hecho la película se planteó como una crítica a las clases dirigentes alemanas aunque se suavizó en demasía con el giro que toma la historia al principio y al final con su exceso de locura  (¿Puede ser excesiva la locura?). En el mismo orden de cosas surgen las oscuridades, que representan noches del alma, que diría San Juan de la Cruz, aunque a fuer de ser sinceros, las carencias lumínicas de los estudios de grabación pusieron su grano de arena. Todo, absolutamente todo, incluso las pigmentaciones fotográficas contribuyen a una genialidad en el orden cinematográfico, cultural y artístico que, sin lugar a dudas, ha llegado hasta nuestros días con plena vigencia.

Es cierto y verdad que todos aquellos que se aproximen al film de Wiener en busca de terrores post modernos se sentirán defraudados. Aquí no hay gore ni vísceras a go-go. En la Europa post bélica y hablo de la primera guerra mundial la visceralidad iba por otros derroteros y en el terreno artístico ya desde el XIX se exploraban nuevos universos expresivos. El yo no era el yo sino las circunstancias, que diría Ortega, y las circunstancias eran oscuras, propias de una época ciertamente convulsa.

Del film se han dicho muchas cosas y perfectamente documentadas. A ellas les remito. Yo solo quiero sugerirles una idea. ¿Recuerdan el famoso cuadro de Munch, El grito? Bien, pues El gabinete del doctor Caligari es algo así como un grito cinematográfico.
FATHER CAPRIO
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