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España España · sevilla
Voto de Jlamotta:
8
6,6
27.486
Animación. Ciencia ficción. Comedia. Terror Película basada en el cortometraje homónimo que el propio Burton realizó en 1984. El experimento científico que lleva a cabo el pequeño Victor para hacer resucitar su adorado perro Sparky, lo obligará a afrontar terribles situaciones cuyas consecuencias son imprevisibles. (FILMAFFINITY)
11 de octubre de 2012
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sombras Tenebrosas (Dark Shadows, 2011) auguraba un triste punto de inflexión en la carrera de Tim Burton debido a una mediocridad narrativa acompañada por una preocupante (pero eficiente) vulgaridad, que ponía al director de Mars Attacks a la altura del típico realizador sin talento pero con experiencia, de esos que entregan películas pasables a sus montadores sin importarle el resultado final. Y si por algo se ha caracterizado su cine es por atesorar una escrupulosa atención a los detalles mas nimios, siendo consciente de que una gran llama proviene de diminutas chispas. Esa era la magia de su cine. Sentarse en la butaca y disfrutar como un enano contemplando personajes estrafalarios dotados de corazón, ambientaciones góticas que te hacían desear ser un saco de huesos sin más responsabilidades que bailar encima de una barra de bar, honestas historias repletas de profundidad, etc. Su cine siempre ha tenido alma, pasión y sentimiento debido a que es un cineasta diferente, muy seguro de lo que es (pero sobre todo de lo que no es) y consciente de que, en cada nuevo proyecto, debe agradecer al cine de terror y serie B su existencia, ya que es lo que es gracias al género. El autoconocimiento de Burton le convierte en uno de los realizadores más inteligentes de la actualidad, ya que sabe potenciar al máximo sus habilidades (que son muchas) reduciendo sus defectos (que alguno tiene) al mínimo. Sabedor de que ha entrado en una etapa difícil en su carrera, esa que puede auparlo al podio de los maestros para la historia o conducirle al fango de los directores de culto incomprendidos, ha recurrido a su propio material para exprimir lo mejor de si mismo. Para ello recupera una historia de hace treinta años, un cortometraje sobre un pequeño niño ensimismado con la ciencia que hace lo imposible por devolverle la vida a su perro. Frankenweenie era su nombre y colocó al marido de Helena Bonham Carter en el candelero. Lo más curioso es que el gótico director concibió el proyecto como una carta de amor al cine clásico de terror, con Frankenstein a la cabeza. Por lo tanto, el Burton de 2012 se ha sacado de la manga un remake extendido de una pequeña obra propia basada a su vez en una de las epopeyas clásicas más terroríficas de la historia del séptimo arte. Básicamente, lo que Woody Allen hace cada año con su nuevo estreno, homenajear/plagiar/basarse en lo mejor de uno mismo, en sus orígenes.

El dramatismo familiar y la trágica marginación social de Eduardo Manostijeras (Eduard Scissorhands, 1990), el recluimiento antisocial en nuestras habilidades y vicios para huir de la gris y nefasta realidad de Ed Wood (1994) o la poesía lúgubre y romántica exhibida La Novia Cadáver (Corpse Brige, 2005) circulan libremente por nuestro imaginario colectivo a la hora de valorar esta nueva y personal obra. Pocas veces la autorreferencia artística ha dado como resultado un producto tan fresco, original y brillante, actualizando y revalorizando de un plumazo una filmografía completa a base de valiosos retales. Hay varias fórmulas correctas (tantas como equivocadas) que, habiendo analizado posteriormente un todo, puedan configurar un nuevo elemento utilizando los mismos instrumentos. En este caso el orden de los factores no solo altera el resultado, sino que lo mejora. Aparte, Burton reconoce su admiración por otras películas más o menos clásicas como Gremnlins, Parque Jurásico, Vértigo, La Momia o la casi total producción de films de la histórica Hammer. Los personajes centrales de sus películas suelen ser niños u hombres inadaptados al medio y orgullosos de serlo, con una inteligencia superior al resto, gran sensibilidad y unos objetivos personales claramente definidos y altamente satisfactorios, aunque el camino para llegar a ellos suela ser farragoso y peligroso. La utópica ilusión de Ed Wood por terminar su película, el imposible deseo de Eduardo Manostijeras de integrarse en una sociedad excluyente, el barbero psicópata que necesita asesinar como medio de expresión...sus antihéroes sufren de un masoquismo colateral a sus propios deseos pero, sin embargo, el abandono nunca se contempla debido a una profunda interiorización inherente a la personalidad. En este caso, burlar a la muerte se convierte en la absoluta obsesión de Víctor, ya que su perro Sparky, que ha fallecido debido a un atropello automovilístico, es su único amigo (de nuevo la sociedad como elemento castrador). El debate moral planteado en la trágica situación ha sido estudiado por el hombre desde el principio de los tiempos: cómo engañar a la muerte? La división entre los defensores del libre albedrío y los creyentes de la inmutabilidad del destino es global, cada persona de la tierra tiene una opinión y pensamiento, aunque sea en su forma más irracional. Pero sin duda lo que uniría a ambos grupos sería la posibilidad real de devolver la vida a un ser querido, ya sea empleando la ciencia o la religión (otro de las múltiples dualidades representadas en la cinta).

Sigo en spoiler pero no es spoiler
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Jlamotta
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