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España España · sevilla
Voto de Jlamotta:
7
Ciencia ficción. Comedia. Romance Tres empleados de una revista de investigación descubren un anuncio clasificado en el que se busca un socio para viajar en el tiempo. Uno de ellos se siente atraído por el solitario paranoico y trata de descubrir quién es y qué hace. El anuncio dice: "SE BUSCA: Alguien para viajar atrás en el tiempo conmigo. Esto no es una broma. Se te pagará cuando regresemos. Deberás traer tus propias armas. Solo he hecho esto una vez antes. Seguridad ... [+]
18 de octubre de 2012
37 de 52 usuarios han encontrado esta crítica útil
Safety Not Guaranteed basa su premisa en un tema universal. Desde el pincipio de los tiempos el hombre ha desarrollado una enfermiza obsesión por conocer el origen de las cosas, el porqué de un suceso, ponerle cara y ojos a la historia. Ese estudio permanente por figuras legendarias y tierras míticas ha dado lugar a la idealización sistemática del pasado. Cualquier tiempo pasado fue mejor en comparación con el triste presente que nos ha tocado vivir. En eso consiste la magia de los viajes en el tiempo. Hace décadas que lo retro está de moda, superando incluso a las novedades actuales. Pero, ¿Qué es el pasado y por qué nos influye tanto? ¿Por qué algo que vivimos hace años es recordado con un cariño exagerado? En mi opinión, no es más que pura nostalgia. El ser humano es nostálgico por naturaleza, ya que relaciona experiencias pasadas satisfactorias con el ambiente del momento o una situación personal positiva. Muchos de nosotros guardamos un grato recuerdo de nuestra infancia y juventud donde jugábamos con nuestros amigos al fútbol, las videoconsolas o lo que fuese, porque estas acciones se desarrollaban en un periodo donde no asumiamos responsabilidad alguna, éramos libres y disponiamos casi todo el tiempo para entretenimiento sin consecuencias. Eso no significa que todo fuera maravilloso, que no existiera la maldad y que lloviera café en el campo, solo que nuestro subconsciente no captaba más que lo que experimentábamos ajenos al resto del mundo. Si volviéramos a vivir esos años con nuestra edad actual, la percepción sería muy diferente, por lo tanto, la aceptación del presente depende en esencia de nuestro estilo de vida y personalidad actual. La nostalgia es el sufrimiento causado por el deseo incumplido de regresar al pasado y revivir ciertas experiencias. Por eso mismo solemos volver a lugares con recuerdos agradables para nosotros con la esperanza de repetir esas sensaciones. Pero el problema surge cuando queremos comparar algo idealizado (y todo el pasado positivo lo está) con una incógnita terrenal como es el presente. Es fácil adivinar qué tiene las de perder. Leyendas como Gandhi, Picasso, Cary Grant, Kennedy o Elvis eran pioneros en su especialidad, hijos de una sociedad más inocente y moldeable cuyos valores eran diferentes a los actuales. Algunos fueron ídolos al momento pero otros tuvieron que aguardar al paso del tiempo para convertirse en figuras de culto. Actualmente vivimos en la era del aquí y ahora, incapacitados para disfrutar del presente sin dejar de pensar en el presente inmediato, construimos y destruimos mitos a una velocidad de vértigo. Desgraciadamente, usamos la nostalgia como sofá y no como trampolín.

Derek Connolly, guionista de Safety Not Guarenteed, se inspiró en una historia real para su libreto. En 1981, un tipo solitario escribió en un periódico de Seattle un anuncio donde buscaba compañero para viajar en el tiempo, ya que había inventado una máquina que lo permitía. Entre el director nóvel Colin Trevorrow y él, decidieron que la comedia dramática sería el género ideal donde desarrollar este original relato. El problema residía en que no tenían un duro para mostrar con detalles ese viaje en el tiempo, por lo que optaron por darle prioridad a la creación y desarrollo de personajes muy humanos y de fácil empatía debido a una gran sencillez en la manifestación de sentimientos y a unas interpretaciones maravillosas. Incluso la personalidad más difícil como es la del jefe de los dos becarios es tratada con una gran delicadeza y en constante (y acertada) evolución. El film no solo no esconde su semilla indie sino que se expone sin protección a los ojos maliciosos de quien quiera ver en ella una producción sin presupuesto. Pero eso no importa a Trevorrow y Connolly, conocedores del éxito que proviene de un guión cuidado (de hecho, consiguió el premio al mejor guión en el pasado Festival de Sundance), con ingeniosos diálogos que nunca se sienten forzados, grandes momentos cómicos (en especial los protagonizados por los siempre estupendos Jake Jonson y Karan Soni) y una música "estilo indie" de manual. Uno de los grandes aciertos de la cinta es su desnudez ante el espectador con una amplia galería de escenas repletas de patetismo que, posiblemente, hayamos sufrido cualquiera de nosotros en algún momento de nuestras vidas. Aunque la premisa parezca muy loca, las situaciones están planificadas con realismo (aunque eso no quita para que sean tremendamente divertidas) y, por tanto, es fácil verse reflejado en ellas. Y es que el cameo inicial de Jeff Garlin no es casual. El humor es similar al empleado en la irreverente y maravillosa serie de la HBO creada por Larry David, Curb Your Enthusiasm (de la que necesito con urgencia una novena temporada, señor David, si me está leyendo...), donde las coyunturas estrambóticas se integran con normalidad en la realidad para hacerle la puñeta al co-creador de Seinfeld. En la identificación del espectador con la acción habita una de las claves del éxito de la actual comedia norteamericana (The Office USA, How I meet your mather, 30 Rock, etc).

Sigo en spoiler pero no es spoiler
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Jlamotta
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