Lo que más me gusta de(el maestro) Kar-Wai es que tras ver una peli suya te deja una especie de "semilla" en alguna parte de tu subconsciente que hace que en los días siguientes a su "percepción" aumente la sensación de haber visto algo maravilloso, hasta el punto de que, lejos de olvidarte de las imágenes, necesites volver a verla para satisfacer de nuevo esa necesidad de ver "buen cine".
Casi tan buena como "Deseando Amar"...