Había leído buenas críticas aquí sobre este film, que traté de ver hace años, pero tuve que quitar. Amante de la magistral novela de Paul Feval, y del Caballero Enrique de Lagardere, no pude identificarme con el protagonista. Mas traté de dejar atrás mi prejuicio, de ser moderno y hacer caso a las reseñas que aquí se escriben. Y trabajo me ha costado terminar esta desvirtuación de la heroica joya de Feval. Parece que el cine francés de aventuras nunca se tomó así mismo en serio, en contraste con su literatura, y ya desde Fanfan la Tulipe que protagonizó Gérard Philipe, ha tratado de caricaturizar el género, con personajes histriónicos, deformados en su papel hasta el humor. Aquí se salvan pocos, desde el rey, digna figura en la novela, aquí parece salido de un sketch de Martes y Trece, hasta el protagonista, Lagardere (omiten el Enrique, quién sabe por qué) , pasando por la protagonista, joven y bella, que encaja más en una serie tipo Melrose Place.
El ritmo narrativo y el acierto en el diseño de producción es lo único salvable en esta producción. Los duelos a espada dan risa, la estocada de Nevers es sumamente cutre y carente de misterio. Por supuesto, para ser moderna, la chica empuña espada y se bate, y Nevers es un amanerado que no le hace ascos a la sodomía. El romance entre ellos queda resuelto de una manera muy poco creíble, sin profundidad ninguna, sin atractivo, propio de personajes planos. El malvado Gonzaga es de risa, de broma, junto a otro personaje de la cara cortada, todo tan exagerado que cansa y aburre. Como en casi todo el cine ya moderno, nula elegancia, y lo soez y chabacano tienen su espacio, así veremos colgando unos genitales masculinos y posaderas, bromas sexuales que no faltarán, ninguna delicadeza en los amoríos, y cierto ambiente de suciedad (el Jorobado parece una vieja bruja) que algunos dirán que es más "realista."
Una pena y una decepción para mí. Nada que ver con cine como Scaramouche, El Signo del Zorro, Los tres Mosqueteros de George Sidney y un largo etc. Y lejísimos de la espléndida novela, escrita en un tono elevado, llena de honor hasta traspasar las páginas, con unos personajes maravilloso, valentía y nobleza. Parece que hicieron una gamberrada con tan digno libro. Supongo que a la moda de la época. mucho mejor sin ser perfecta la versión de Jean Marais. Una pena, tenía muchas posibilidades con los medios y aciertos de fotografía y puesta en escena, pero creo que no ha aprovechado nada.