Una de las mayores verguenzas que atesora el país más importante del mundo es el asesinato de su propio Presidente a manos de poderes políticos y militares, aún hoy, sin identificar.
Algo tan delicado y complejo ha sido llevado al cine con gran maestría por un Oliver Stone (no es santo de mi devoción) que consigue lo que sin duda es su obra maestra. Con un montaje digno de elogio (merecidísimo "Oscar"), consigue mantener la tensión desde el principio del larguísimo film, y además cuenta con todo lujo de detalles y exactitudes la polémica investigación del fiscal Garrsion, y lo hace de una forma comprensible para el público, mezclando en mucho momentos el cine con el documental.
Buenas actuaciones de todo el elenco de intérpretes, sin excepciones.
Digna de ver, sobre todo cuando en 2029 se desclasifiquen ciertos documentos comprometedores para el Gobierno Americano. ¿qué descubriremos entonces?