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España España · Barccelona
Voto de EL ALBATROS:
9
Comedia Basada en hechos reales, cuenta la historia de Henri Verdoux, un hombre de doble vida. Por un lado es un respetable hombre casado padre de un hijo, pero por otro es un seductor que, bajo otra identidad, se dedica a casarse con viudas ricas a las que posteriormente asesina para quedarse con su fortuna. (FILMAFFINITY)
14 de junio de 2020
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bebiendo esa copa de ron que jamás probó, disfrutando de los placeres mundanos es como Chaplin/Verdoux nos invita a reflexionar sobre temas universales y complejos, no son peores los asesinos que malviven persiguiendo a otoñales viudas a los asesinos en masa. Pero Chaplin tiene el buen gusto de no mostrar el crimen nunca, la astucia de nuestro Barba Azul es irresistible ante las féminas, como el amanerado y elegante seductor que era Verdoux. Las flores y su retórica persuasiva, le vale para conseguir el dinero que necesita para su doble y azarosa vida. Verdoux es el reverso de una sociedad que esconde sus miserias, y se enfrenta al tribunal sin complejos, asumiendo su responsabilidad sin importarle el castigo. Es condenado por la sociedad pero no por el espectador que conoce su drama personal.

Obra maestra imperecedera, lúcida y amarga a la vez, una tragicomedia llena de emoción contenida, que oscila entre el melodrama, la comedia negra y hasta el slapstick que nunca olvidó Chaplin, el cinismo, la ironía, la bondad y la maldad también afloran en esta joya del cine pocas veces entendida, porque hay mucho arte solapado en cualquier elipsis, travelling o plano de “Monsieur Verdoux” y os aseguro que no me puede la nostalgia. Una lección magistral de ritmo, montaje y estructura narrativa. “Monsieur Verdoux” es una fábula sobre el relativismo ético, una dicotomía entre su vida laboral y la familiar.

Verdoux es un idealista infeliz con un capitalismo voraz que se impone en la sociedad. Su vida privada la opone a su vida pública, “vivimos en un mundo cruel” afirma en una ocasión. La vida le maltrató y el trata de sobrevivir a la falta de valores. Chaplin fue un humanista que defendió al desvalido y pobre frente al poderoso, lo cual no significa que todos los pobres sean buenos y los poderosos malos, eso sería reduccionismo maniqueo. Siempre llevó a la pantalla sus experiencias y discrepancias con la sociedad que le tocó vivir, sobre todo la norteamericana que en aquellos momentos le acusaba de comunista y el comité de actividades antiamericanas andaba tras él, sumidos en la paranoia política.

Lo más destacable de Verdoux es su ambigüedad moral (por un crimen eres un villano, por millones de crímenes eres un héroe), tan relativas en cuanto a ética como las oscilaciones del dinero (su fruición contando billetes que le sirve a Chaplin de gag), capaz de lo mejor y de lo peor, tierno como marido y farsante como amante, es un ser humano herido en su orgullo por las circunstancias, Chaplin dice adiós a Charlot, a la ingenuidad, al idealismo y emprende un nuevo rumbo artístico, más realista, melancólico y desengañado, la humanidad había sufrido dos guerras mundiales y el cineasta comprometido debía estar a la altura de los tiempos. Como en una ocasión aseguró: “La comedia no está lejos de la tragedia y el horror”.
EL ALBATROS
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