Para mí esta es la mejor película de la historia. Un guión extraordinario, ambientación y vestuarios perfectos, diálogos, ritmo de película en su punto, música inolvidable y, sobre todo, unas actuaciones de quitarse el sombrero. Redford está soberbio, Newman más y Robert Shaw es capaz de medirse a ambos en esta auténtica joya de película. Y aún hay más porque todo el elenco de actores secundarios le pegan una soberana paliza interpretativa a bastantes actores "de primera" y no voy a decir nombres para no herir sensibilidades. La recomiendo a todo el mundo porque es imposible que a alguien no le guste. Alguien ha dicho que la escena de la partida en el tren en concreto es impresionante y lo suscribo. La podría ver una vez a la semana sin problema. Obra maestra.