Wonder Woman 1984 es uno de los esperados taquillazos del año. Veremos cómo le va, pero a priori parte con todo lo necesario para poder triunfar, entre ellos, una primera película que estuvo muy a la altura de la protagonista y que invitaba a soñar a los seguidores del universo DC. Esta segunda parte no podría decir si es mejor o peor, es diferente, quizás tiene menos acción en su parte media de metraje y no es tan adrenalítica. No obstante, el arranque de la película es muy interesante y divertido. Por supuesto, Gal Gadot está espectacular enfundada en su traje, o trajes más bien, y vuelve Chris Pine para darle un toque más humorístico al conjunto.

La antagonista en esta ocasión es Kristen Wiig, es Bárbara, una mujer que es la antitesis de Diana (Gal Gadot), puesto que no tiene ni tanto carisma ni seguridad en sí misma. En cualquier caso, el robaplanos de la película no es otro que nuestro mandaloriano Pedro Pascal, quien enfundado en traje y corbata se convertirá en la piedra de los deseos, queriendo cada vez más y haciéndose con todo lo que quiere una vez concedido. Cada deseo tiene su efecto secundario y se lo cobra con creces. WONDER WOMAN 1984 tiene altibajos, aunque a nivel visual luce espectacular, sí que algunas escenas puedes envejecer mal y el presupuesto de DC es enorme como para que eso suceda.

En definitiva, WONDER WOMAN 1984 es una película de superhéroes que pinta interesante y cumple con su función. Divierte, entretiene y gusta, aunque el guion no sea nada del otro mundo y a veces la grandilocuencia se les va de las manos. Una Diana Prince más terrenal que de costumbre que verá cómo la avaricia y los deseos personales de cada persona acaban por poner al planeta en peligro. DC sigue invirtiendo en sus personajes, pero ha de dar un paso más si quiere parecerse a Marvel. No os la perdáis.