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Voto de Estanis Bañuelos:
5
Terror Filme de terror claustrofóbico y malsano, donde dos amigos verán como una noche de ligue en Barcelona se convertirá en una pesadilla sin salida. (FILMAFFINITY)
2 de enero de 2014
5 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
La cámara dirige nuestra mirada hacia un lavabo. Ahí, Peter se debate contra su borrachera sentado en el suelo y asomado a la taza, donde están esparcidos los restos de su cena. Parece un vídeo casero. Tonio, el amigo que está grabando, intenta animarle, pero Peter no le hace mucho caso: Lisa le ha dejado. '¡Por eso mismo he reservado un viaje a Barcelona! ¡Es el momento de que te olvides de ella!', le intenta convencer Tonio, pero es en vano. Finalmente, Peter se deja llevar.

Con este impactante inicio arranca la primera película grabada íntegramente con un iPhone: Hooked Up, de Pablo Larcuen. Una historia que continúa con los dos jóvenes estadounidenses de fiesta por Barcelona -muy bien definidos como auténticos guiris-, con un Tonio desesperado por ligar y un Peter que solo piensa en Lisa. Por el momento, se trata de una fiesta habitual. Es al conocer a una chica misteriosa que les invita a su casa, cuando Hooked up empieza a tomar el corte clásico de una película de terror y recuerda al estilo metadiscursivo de REC.

A partir de ese momento, la película decae y el director Pablo Larcuen falla al no conseguir que el espectador sienta el miedo. Tampoco que entienda el porqué de la fuente de los fenómenos paranormales. Además, el subgénero de terror asusta más por el gore que por el suspense.

Sin embargo, la trama principal, que gira alrededor de la noche loca de los dos turistas, está muy bien construida y Larcuen consigue que el terror, el género en el que se podría clasificar el film, pase a segundo plano para dar lugar a la evolución de sus personajes. El terror está al servicio de la trama y demuestra que los protagonistas no están simplemente para ser asesinados.

El hecho de que los personajes no sean un mero trámite del guión hace que la interpretación de los actores sea clave: Stephen Ohl (Peter) y Jonah Ehrenreich (Tonio) funcionan como pareja, divierten y transmiten una naturalidad que empatiza con el espectador. Este aspecto, junto con la utilización del iPhone, evoca una credibilidad que, pese a los delirios fantásticos y extravagantes del film, hace de Hooked up una propuesta verosímil y entretenida para un público joven que se identificará fácilmente con la historia.
Estanis Bañuelos
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