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Voto de Víctor Manuel Mirete Ramallo:
7
Drama Richard Jewell era un guardia de seguridad en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996, el cual descubrió una mochila con explosivos en su interior y evitó un número mayor de víctimas al ayudar a evacuar el área poco antes de que se produjera el estallido. En un principio se le presentó como un héroe cuya intervención salvó vidas, pero posteriormente Jewell pasó a ser considerado el sospechoso número uno y fue investigado como presunto culpable. [+]
24 de enero de 2020
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RICHARD JEWELL
Parece que no va a ser posible que Clint iguale como director a su afamada Gran Torino. Parece que todos esperamos eso, y lo peor es que ese sentimiento esperanzador condiciona las expectativas del espectador, cuando lo cierto es que no necesita igualar nada. Bastante tiene con seguir haciendo cine y contando esas historias enterradas de ciudadanos olvidados de su querida América. Bastante tiene con lograr una y otra vez la total implicación de los actores para crear sus personajes. Bastante tiene con seguir filmando con ese estilo convencional, pulcro y cautivador. Bastante tiene con sacar el sentimiento heróico desde lo más cotidiano, de lo más humano. Y bastante tiene con seguir cuestionando el mundo a través de su crítica cinematográfica. De alguna forma, Clint Eastwood se ha convertido en un justiciero en el cine, un rescatador de historias que se murieron en el olvido de su propia injusticia.
Richard Jewell, el hombre que da título a este nuevo film de Eastwood, se debe estar levantando de orgullo y satisfacción en su tumba.
Esta es la crónica de una manipulación federal anunciada, y el bueno de Eastwood ha cargado de buena manera las tintas contra la prensa sensacionalista y los procesos de investigación (incriminación) federal. En esa estela que dejó 'Sully' aparece de nuevo esa figura vulnerable y contradictoria capaz de convertirse o convertirlo en héroe y villano tras ser lanzado a la picota pública, hasta conseguir elevarlo hacia su propia redención. Sin embargo, el guion está enfocado de puertas hacia dentro, dejando en la ventana la masa enfurecida y en el lado de la cámara la odisea íntima de los personajes.
Paul Walter y el resto del reparto, entre los que destacan Sam Rockwell, Olivia Wilde, Kathy Bates y Jon Hamm, llevan a cabo un gran trabajo interpretativo, y son capaces de trasladar la verdad y mentira de la historia. El mayor problema de esta película es su quizás excesivo melodramatismo y un tramo medio demasiado plano. Aún así, entra dentro de esas cintas que componen el imperturbable ecosistema cinematográfico de Clint Eastwood.
Víctor Manuel Mirete Ramallo
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