"El último Boy Scout" es un thriller de acción que me encanta, no me importa que los críticos digan de él que es un cúmulo de gags con demasiada violencia injustificada y un vocabulario barriobajero. Hay algunos que incluso dicen que esto no es cine, pues bien yo he disfrutado de lo lindo viendo este entretenido filme, y ya de camino pues también digo que a mí sí que me ha parecido cine. Empezaré por hablar del guión: Bruce Willis, un detective privado fracasado, y Damon Wayans, un quarterback venido a menos, se unen para investigar el asesinato de una amiga común. Al hacerlo, descubren una sucia trama de chantaje encabezada por personalidades importantes. Hay dos cosas que son excelentes en este producto: Primera, te deja un sin fin de frases y momentos para el recuerdo. Y segunda, la extraordinaria forma de retratar a sus protagonistas como dos perdedores, como dos antihéroes, pero a la vez honrados y con ética. Mención aparte merece Bruce Willis, que lo borda en su papel como nunca lo había hecho antes. Sinceramente, Bruce Willis interpreta al personaje para el que nació, ese tipo duro constantemente maltratado, con su barbita de cuatro días, y que es más chulo que nadie. Aquí alcanza el cénit en cuanto a su cinismo y humor negro. De verdad os digo que ni siquiera en "La jungla de cristal" o "El último hombre", verás a Bruce Willis soltando tantos chistes, tacos y vacilando como ahora. Damon Wayans no lo hace nada mal tampoco y forma un buen dúo interpretativo con Willis. En el aspecto técnico no hay ninguna queja que dar, las escenas de acción están bien rodadas, la fotografía es digna y los efectos especiales son buenos. Por nombrar alguna pega, quizás hay situaciones en las que se pasan un poco de rosca. Sobre todo cuando parece que van a morir, y los protagonistas siguen haciendo gracias y chuleando a los malos. En fin, si os gustan las películas de acción y queréis ver a un Bruce Willis inmenso, este filme es el vuestro.