La película no es nada del otro mundo, como ya se figurará el amable lector de esta crítica, pero siempre se ve con una indulgente sonrisa en los labios y con el intereses de una película de aventuras exóticas y fantásticas. El film es delirante y esperpéntico, pero no llega a la categoría del original protagonizado por Robin Williams. Cuenta con un guión y unos diálogos ingeniosos, y con unas situaciones típicamente de aventuras americanas.
Sin embargo, cumple exactamente y con creces con la finalidad ideada por sus creadores, entretener al espectador con una buena comedia ambientada en la selva. Los y las intérpretes también cumplen su cometido dignamente.
Conclusión, 2 horas de sana evasión y para una tarde entretenida sin más. Un 5 y la recomiendo a los espectadores sin complejos que no busquen calenturas de cabeza.