Bien, cuando fue lo de Aldo Moro yo tenía 14 años. Hasta hoy no entendía muy bien qué era lo que había pasado, razón por la cual decidí alquilar la película. Sin embargo, hete aquí mi sorpresa que no me enteré gracias a la peli, sino a la Wikipedia.
¿Qué quiero decir con esto? Que no es que la película esté mal, pero, para alguien que en su día era sólo una niña y bien poco sabe de hechos históricos, "Buenos días, noche" no refleja los hechos más allá de la anécdota. Hay que adivinar que le secuestraron a cambio de una negociación, por ejemplo -hecho principal que soslaya a un breve repaso secundario- y ni palabra de la trama que se tejía alrededor. Ni una palbra de por qué nadie movió un pelo por este hombre, ni una sóla mención a su familia, ni tan siquiera una insinuación de que pudo haber habido una "mano negra" en el tan mentado sacrificio de nada más y nada menos que un primer ministro. La cosa parece reducirse poco más que a otro caso de padricidio freudiano. Bellocchio no se moja.
Bueno, sí; un poco lo hace, si se piensa en la elección del diamante loco, primer tema del disco "We you were here" que adorna las partes de tensión. El mártir se echa de menos, y aunque no le hayamos conocido, parece que era buen tipo (y si usted quiere saber más, mírelo en el Google).