Entretenido producto con estructura de thriller de uno de los reyes de la serie B del cine USA que también se reserva un papel como actor. El guión, firmado por el propio Fuller junto a Curtis Hanson, es atrayente pero también algo esquemático dando la sensación de que hubiera dado para más, en una historia curiosa sobre la posibilidad de erradicación del mal cuyo protagonismo absoluto lo tiene un perro, aunque no de la manera que el cine se lo suele dar a dichos animales.

Lo mejor son los momentos en los que la cámara encuadra y se acerca a éste pareciendo querer adentrarse en su mente y transmitir sus sentimientos.

Es un hermoso e imponente perro blanco, pero este calificativo no sólo se lo debe a su color de pelo.