Lo que podría haber sido una película redonda, se acaba convirtiendo en un vulgar alegato del segregacionismo entre blancos y negros que podrían haber firmado Malcolm X y George Lincoln Rockwell.

Nada que criticar al argumento central (una crítica al mundillo "literario"), ni a la fotografía, la banda sonora o la interpretación de los autores. A priori, la peli tiene "potencial". El problema llega cuando te das cuenta de que "American Fiction" trata a unas razas mejor que a otras, y lo hace desde la suspicacia y el humor fácil. De tal forma, todos los personajes negros de la peli son inteligentes, generosos o brillantes, pero también sensibles, sagaces y cariñosos, mientras que los blancos (y las blancas) son lelos, ridículos, artificiales y esnobs, ostentando el poder público y disfrutando del control de las empresas y los medios, siempre desde la auto-complaciencia y el privilegio. Los latinos, por último, ocupan siempre un lugar inferior, subordinado, conformando una minoría laboriosa, sonriente y agradecida siempre a las órdenes de blancos y negros.

Pareciera que el color de tu piel, o tu condición sexual -otro asunto mal tratado en el guion, a base de estereotipos personificados en el papel del hermano gay del protagonista-, determinan de antemano para Cord Jefferson tu inteligencia o tu estulticia, tu éxito o tu fracaso (en este sentido, la elección de Adam Brody para su papel en la peli no resulta casual, como tampoco es casual que el director del film haya llegado al "estrellato" gracias a una serie de Netflix o a sus numerosos contratos con HBO, NBC, Comedy Central, Warner Bros o Apple TV).

Más allá de debates raciales disfrazados de sátiras literarias, "American fiction" naufraga en su última media hora, resultando en un desenlace tan pretencioso como aburrido. La parábola contra los estereotipos acaba con otro desenlace estereotípico, mil veces visto, y mal resuelto. Mala cosa es cuando te da igual cómo acaba la historia, y andas mirando el minutaje restante de la película. "American fiction" tenía potencial, pero lo desaprovechó para contarnos una historia desde aquellos prejuicios que prometía derribar.

Y es que una película en la que se dice con total normalidad una frase como "I'm happy you're not white", es sin duda una película racista. Mi sensación tras ver ésta historia es que me han querido convencer de que la única solución para los conflictos raciales en USA es la segregación racial total, sin discursos "woke": negros de un lado, y blancos de otro. Se suele decir que lo gratuito es propaganda, y resulta curioso que la peli se estrene en España directamente en una plataforma. Arrasará en los Oscars, sin duda