Lento film de terror de bajo presupuesto, muy previsible, aunque con algún que otro toque interesante, pero qué gracias a sus pèsimas interpretaciones, sus bucólicos gritos y las típicas escenas, no consiguen mucho más que pasar por la pantalla pero sin dejar huella para el recuerdo.

El film trata sobre tres personajes, hija, padre y tío, que se encuentran en la casa de la playa acondicionandola para su venta, pero que a causa de unos ocupas y el moho la casa no dispone de luz de alguna que otro comodidad, pero no todo va a ser tan fácil.

Con un trama sencilla, y con tan bajo presupuesto, en este tipo de films quién debe hacerse de notar son tanto los directores como el sonido, pero en ambos casos en este film son algo “normalitos”. El sonido no llega a ser impactante, del montón. En cambio los directores, ambos, aunque tienen sus buenos momentos, el vaivén de la cámara en las andanzas de la protagonista y el excesivo “temblor” llegan a ser en momentos más salado que edulcorado, siempre y cuando te guste el azúcar.

La anécdota, es la protagonista, Elizabeth Olsen, hermana menor de las gemelas Olsen, aquellas rubias gemelas que protagonizaron padres forzosos.

En fin, un film del montón sin nada que destacar.