Puf... A mitad del visionado, paré para ver cuánto duraba. Cuando vi que eran casi dos horas, me llevé las manos a la cabeza. Desesperante cinta.

Catherine Deneuve será un sex symbol o lo que demonios queráis, pero en "Repulsión" está... pues eso, repulsiva. Madre mía, más que loca, parece una autista con profundo retraso mental. Siempre con la misma cara larga y caballuna (argggh), esa comportamiento y expresión corporal dignos de una escolar sin dos dedos de frente —¿pretendía hacerse pasar por menor de edad o qué?—, y encima esa expresión de idiotez atontada a la hora de cobrarse su primera víctima, sin dar señal alguna de emoción, aunque fuese un poco de rabia o asco, por favor... ¿la habéis visto, en serio? ¡Qué pésima actuación la suya!

Dios. Y qué lenta la película. Si al menos fuera de color, como sugería la llamativa portada de color rosa...

Todo el tiempo no hacía más que pensar: "Bueno, vale, esa chica siente asco hacia los hombres, ¿¿Y QUÉEEEEEEE?? ¡Que pase algo, joder! ¡¡ALGOOOOO!!". Dios mío, qué argumento más bueno pudo haber sido, y tan desaprovechado que resultó ser al final.

¡Si es que parece un filme destinado exclusivamente al lucimiento y contemplación estética y detenida de Catherine Deneuve! (cosa que no es muy de extrañar tratándose de Roman Polanski).

Roman Polanski no me conmovió un carajo en "El Pianista", y no me convenció para nada en "Repulsión". Así pues, director descartado de antemano en futuros visionados.