Es el claro ejemplo de que para hacer una gran película no tienes que recurrir al drama, a grandes personajes o un guión muy elaborado. Esto es una película de entretenimiento familiar navideña y aún así es todo un ejemplo a seguir y unas de las grandes películas de la historia del cine. El humor es de lo más simple que puedes encontrar en cine: un niños haciendo tonterías y unos malotes recibiendo golpes; no hace falta más. Es buena porque sabe lo que puede aportar al cine y le pone empeño en hacerlo bien. Tiene sus momentos justos de comedia edulcorada sin llegar a saturar; el ambientes navideño se usa simplemente como lo que es, ambiente; tiene sus pequeñas moralejas tratadas de una manera muy simple; cuenta con un reparto redondo (Joe Pesci ganó el Oscar ese mismo año por 'Uno de los nuestros'); y sobre todo es una película que llega a entretener a niños y a adultos.

Todo esto por sí solo la hace una buena película pero la guinda del pastel la pone John Williams con una banda sonora de matrícula de honor, no solo por sus temas originales sino por la elección de temas y villancicos. Un claro ejemplo de cómo un film normalito acaba siendo sobresaliente por sus inolvidables temas.