En estos tiempos en los que el cine es ruido, cgi, superhéroes trascendentales de pacotilla, metrajes de dos horas y media innecesarios, guiones para mentes infantilizadas, actuaciones prefabricadas...un cine muerto y vulgar de usar y tirar...de repente, aparece esta pequeña obra de arte. Y cuánto tiempo sin usar la palabra arte para referirme a un estreno.
Rezuma arte por todas partes: cuánto tiempo sin ver unos planos llenos de intención y personalidad, cuánto tiempo sin ver una presentación de personajes tan vertiginosa y perfecta, cuánto tiempo sin disfrutar de unos planos generales tan espectaculares... Un film lleno de vida, con estilo propio y sobre todo con una belleza, una sencillez y una sobriedad narrativas que nos hace recordar lo que era una buena narración y un buen director.