Paulina es una mujer valiente. Tras unos años de duro estudio para llegar a ser abogada, decide no ponerse las cosas sencillas y aprovechar los beneficios de pertenecer a una familia adinerada, con contactos, con privilegios. A ella no le regalarán nada. Ella se lo ganará, y por ello empezará por abajo. Ese pensamiento, contrario a los criterios de la familia, le llevan a una pequeña aldea, donde intentará transmitir la importancia de la lucha de derechos a través de la herramienta más importante: la educación. Paulina será la maestra de los jóvenes.

Pero Paulina no puede ocultar sus orígenes acomodados, por lo que su integración dentro de la comunidad no le será fácil. Pero Paulina, no puede ocultar su belleza, por lo que no puede evitar las miradas lascivas de sus alumnos.

Sin querer y por azar, se dará un hecho que cambiará la vida del pueblo y su entorno. Con él aparecerá un dilema. Un debate interno de vida entre lo que es justicia y sus implicaciones morales. Entre quien nace condenado desde la cuna por sus orígenes sociales y entre los que pueden ser salvados. De poner precio a la vida, y cuál es el precio a pagar.

Maravillosa interpretación de Dolores Fonzi quien da vida al juego que el director plantea. Imposible quedar indiferente