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Voto de Kyrios:
9
Aventuras. Western Año 1925. Fred C. Dobbs (Humphrey Bogart) decide ir a Tampico en busca de oro para salir de la miseria. Emprende el viaje con otros dos vagabundos (Walter Huston y Tim Holt), pero la codicia y la envidia que surge entre ellos les creará más problemas que cualquier dificultad del camino. (FILMAFFINITY)
20 de junio de 2014
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
En el 1948 John Huston rodó una de sus mejores películas, una obra que adaptando la novela de Ben Traven (personaje ciertamente enigmático, aún hoy en día se desconoce su auténtica identidad[1]), conseguiría alzarse como una de las mejores películas del género de aventuras e incluyendo además una profunda descripción de la ambición humana como mensaje primordial. Me refiero claro está, a The Treasure of the Sierra Madre (El Tesoro de Sierra Madre, 1948).

En los primeros momentos somos testigos de algo que ya resulta realmente sorprendente, y es el hecho de encontrarnos un personaje principal que es el culmen del Antiglamour del cine clásico Hollywoodiense. Pero es que además, el actor que interpreta este personaje es ni más ni menos Humphrey Bogart, actor que si bien es cierto que nunca interpretó a los clásicos galanes prototípicos de Hollywood, como pudieran ser Clarck Gable o James Stewart, es (y era) conocido por todos por su faceta como actor en películas de cine negro, donde desarrolló un personaje que aunque tenía muchas sombras en su interior (como cualquier investigador privado que se precie) acababa convenciendo por carisma al espectador, que se ponía siempre de su parte. El mismo John Huston ayudó a configurar esta imagen de Bogart en su opera prima, The Maltese Falcon (El halcón Maltés, 1941).

Y precisamente por eso, una de las cosas que más sorprende es su ruptura con algunos convencionalismos del cine clásico, como es la concepción que hace El Tesoro de Sierra Madre de la figura que interpreta Bogart. Ya en los primeros compases del film aparece al descubierto una temática poco tratada en el cine clásico, como es la pobreza y las penurias económicas de la clase social más baja. Bogart interpreta en El Tesoro de Sierra Madre a un vagabundo que vive en una ciudad Mexicana. La película no escatima en el hecho de mostrarnos a un personaje totalmente antiglamouroso que vive en la indigencia y que necesita pedir limosna para poder sobrevivir. De hecho, y a pesar de que nuestro protagonista es norteamericano, muchos otros compañeros mexicanos están en una situación económica mucho más favorable que la suya.

En esta primera media hora de la película John Huston se hace eco de una problemática que además trata con una sensibilidad muy pertinente. Finalmente, nuestro protagonista decidirá embarcarse junto a dos compañeros más, interpretados respectivamente por Walter Huston y Tim Holt, en una aventura que les llevará hasta un lugar desamparado de México en busca de oro. Walter Huston interpreta a un anciano personaje, que es el más experimentado en estas lides, y que les enseñará a los otros dos la manera de conseguir el preciado oro. Este personaje, que frecuentemente recurre a la experiencia para adivinar los errores que los dos jóvenes personajes están a punto de cometer, (la película deja en suspense el pasado del personaje, pero se intuye que tuvo que afrontar durante su juventud una situación muy similar) es precisamente uno de los cáracteres con los que John Huston saca más provecho.

El tesoro de Sierra Madre es una de las radiografías más terribles que se han hecho en el séptimo arte sobre la codicia y la ambición humana. Encarnada en el ya comentado personaje que interpreta Humprey Bogart, la historia pone de relieve los límites que puede llegar a rebasar el ser humano con tal de conseguir un puñado de dinero y oro más que el compañero. Ya en los primeros compases de la historia se anticipa el dramático resultado final de la película, con las premoniciones que realiza el personaje interpretado por Walter Huston. Para la historia del cine queda el amargo y a la vez elogiable final (a pesar de que pierden el oro, por lo menos conservan lo más importante, la vida) que tiene algún símil con otros finales igual de amargos y cínicos del cine clásico como el que veíamos enThe Killing (Atraco Perfecto, 1956) de Stanley Kubrick o en otra película del propio John Huston, realizada dos años después de El Tesoro de Sierra Madre como la célebre The Asphalt Jungle (La jungla de Asfalto, 1950)

La fotografía de Ted McCord es sin duda una de los mejores trabajos en este aspecto de todo el cine clásico. La película además fue una de las primeras del Hollywood clásico en ser rodada íntegramente en exteriores, algo que aporta una frescura y una atmósfera que ciertamente se nota en la película. Sin duda el paisaje tiene además una connotación alégorica que podemos ligar con el desarrollo temático de la película: La pobreza del marginado social en la urbe (en los compases iniciales), la fauna salvaje en la mina de oro (que pone al descubierto la naturaleza humana del hombre, muy en una línea Hoobesiana) y el árido desierto del tramo final (que liga con la epopeya fallida que trata de realizar el personaje de Humprey Bogart).


http://neokunst.wordpress.com/2014/06/20/john-huston-el-tesoro-de-sierra-madre-1948/
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Kyrios
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