Sorprendente una vez más, la nueva película de la escuela de animación Pixar, Monstruos University, que retomando una antigua historia (la película es una precuela de Monstruos S.A, una película realizada hace ya doce años) consigue ofrecer una obra que sin llegar a la madurez de sus obras maestras como Wall-e (2008), consigue colocarse en un nivel intermedio muy estimable. Es importante destacar que la mayoría de la crítica no ha recibido con un entusiasmo exacerbado a la película, y una gran parte ha atacado a la película por su supuesta tibieza. Pesan los prejuicios por partida doble, por una parte, que la película no sea enteramente original (es decir, que se base en una antigua película y por tanto esta sea considerada como un simple producto de explotación comercial) y por otra parte, las altas expectativas que año tras año se ciernen sobre la productora, que hacen que se espere periódicamente obras maestras. Algunos no han sabido saborear el presente porque ya se empeñan en condenar el declive de las obras que tienen el sello de Pixar, como si esta ya estuviera acabada y hubiera dado sus mejores frutos.

La película es una interesante combinación de diversos elementos y subgéneros cinematográficos. Por una parte tenemos el argumento tan original que proponía la película original (un mundo paralelo al nuestro donde se crea una sociedad que gira en torno a unos monstruos asustadores que son los que provienen de energía al estado), y que sigue desarrollado por esta precuela. A esto se le une una combinación con las películas que forman el subgénero de obras universitarias, y mediante la unión de estos dos mundos, se crea una más que original mezcla que le da al conjunto un aire muy disfrutable.

Es cierto que no es una película tan reflexiva como otras que ha producido la Pixar, no ya sólo la majestuosa e inteligente Wall-e (que mostraba una sapiencia que ya querrían para sí muchas otras películas del género de la ciencia ficción), sino incluso tiene un punto de maduración menor que por ejemplo, Toy Story 3 (2010). Por otra parte, es normal que esto suceda cuando precisamente la mayor parte de la película (por no decir su totalidad) se ambienta en una universidad, con todo lo que esto conlleva. Y es que los clichés que vemos en otras películas como La revancha de los novatos (1984) o American Graffiti (1973) han quedado plasmados en la película, aunque con una tuerca de vuelta muy original.

Por este motivo la película no deja de parodiar situaciones arquetípicas como la entrada entusiasmada de Mike en la universidad, la competición entre diversas fraternidades (las conocidas “sororities”, un tema típicamente americano y que ha aparecido en tantas y tantas películas de universidades, incluyendo en esta película una magnífica parodia de la iniciación en una fraternidad) o incluso la temida rectora de la universidad. Detalles que acercan el mundo de nuestros protagonistas al nuestro, pero que por otra parte lo alejan. Precisamente en gran parte es de este modo en que la película explota su vis cómica, confrontando situaciones cotidianas, arquetípicas con clichés en un mundo que aparentemente es muy diferente al nuestro, pero que en realidad tiene bastantes semejanzas (o que se divierte a mezclar ambos). No sólo es este el humor que predomina en la película, Monstruos University, sino que también podemos extrapolar esta vis a otras películas de la producción. Es casi un sello de la marca Pixar. Fijémonos sino en el desarrollo que tomaba la película de Toy Story (1995). De una situación aparentemente irreal (los muñecos tienen vida propia) se creaba un mundo que parecía paralelo al nuestro (los personajes se movían por ámbitos muy parecidos a los nuestros y formaban una sociedad muy parecida a la nuestra).

La reflexión deja paso pues a un humor ligero que le da la pátina principal a la película. Pero esto no la convierte en una simple película banal. El sentido de la superación y el trabajo cooperativo son los que imperan en la película. Nuestros personajes principales son débiles por separado, pero cuando se juntan forman un equipo imbatible. La tenacidad queda más que encarnada en el carácter del personaje de Mike, al que se le presentan de manera majestuosa en una brillante secuencia inicial con la que es imposible no sentirse emocionado. Quizá pueda sonar a mensaje demasiado infantil, pero la película tiene momentos igualmente disfrutables tanto para niños como para mayores.

El guión de la película recoge un argumento muy similar al de una película clásica del cine universitario de los años ochenta, La revancha de los novatos (1984), en la que los personajes universitarios protagonistas principales eran precisamente los que acostumbran a ser marginados por las elites, con su revancha posterior (como bien indica el título). Son estos personajes marginales los que se unen para formar un equipo de igual manera en nuestra película.

Las voces originales están compuestas por Billy Cristal (Mike) y John Goodman (Sullivan). También encontramos en el reparto alguna sorpresa agradable como Steve Buscemi (Randy), Hellen Mirren (Dean Hardscrable) y Alfred Molina (Dr.Knight). El doblaje al castellano está compuesto principalmente por José Mota (Mike) y Santiago Segura (Sullivan) respectivamente, que realizan un papel bastante elogiable, en especial al primero, que le da al personaje una cercanía muy especial al personaje.

http://neokunst.wordpress.com/2013/11/05/monstruos-university/