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Voto de Kyrios:
6
6,6
27.486
Animación. Ciencia ficción. Comedia. Terror Película basada en el cortometraje homónimo que el propio Burton realizó en 1984. El experimento científico que lleva a cabo el pequeño Victor para hacer resucitar su adorado perro Sparky, lo obligará a afrontar terribles situaciones cuyas consecuencias son imprevisibles. (FILMAFFINITY)
10 de mayo de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tim Burton dirigió dos películas en el año 2012, hecho que no quiere decir ni mucho menos que el director haya vuelto por sus fueros. De la mediocre “Sombras tenebrosas” mejor no hablar, aunque es cierto, que Frankweenie tenga realmente algún valor que otro destacable. Eso sí, para volver a conseguir alguna que otra cota de destello el director ha tenido que volver a relucir ideas del pasado. De hecho Frankeweenie es el alargamiento de un mediometraje del propio director y que utiliza el mismo nombre. Aunque aquella estuviera rodada con personajes reales, la idea ciertamente se acerca a su antiguo mediometraje.

La estética de la película es seguramente lo mejor de la obra. Burton vuelve al diseño de otras obras suyas de animación, que ya dieron fama al director. “Pesadilla antes de Navidad” (que pese a que la dirigió Selick todo el mundo sabe que Burton estuvo muy presente detrás de la obra),o “La novia cadáver”. Ciertamente en las películas de animación es cuando el director puede experimentar más con el diseño (por la obvia razón de que la animación es un medio que permite más libertad al director). El sello del realizador, es quizá lo más meritorio, porque apenas viendo unos minutos de una de sus películas el espectador puede reconocerla fácilmente, es decir, ha logrado crear un sello personal identificable. De todas maneras esto per se significa más bien poco (sólo hace falta recordar la estrepitosa fábrica de chocolate). Por otra parte, una de las constantes en su trabajo es la combinación que realiza el director entre mundo real y ficticio. Es decir, los personajes de Frankeweenie podemos ubicarlos en un mundo que tiene unas semejanzas con el nuestro (Nueva Holanda no deja de ser un simple guiño, letreros de Hollywood incluidos), una aldea típica (que familiares nos resultan las casas que observamos del barrio), personas, mascotas e incluso se juega al béisbol. Sin embargo el director sabe deformar la realidad para mostrarnos ese punto de gótico que es una habitual en sus películas. Personajes distorsionados (brazos estilizados, formas serpenteantes, ojos saltones, una trama que juega evidentemente con los temas preferidos del director), e incluso el argumento le permite a Burton alguna que otra incursión al cementerio, que nos recuerda por otra parte al mundo de Poe, así como que algún otro bichejo final que hace la delicia de los fans más incondicionales (y los más pesados por otra parte).

Sin embargo la historia de Frankeweenie resulta bastante pobre. Seguramente porque la película dura una hora y media, mientras que el mediometraje no llegaba a la media hora de duración. Claro, Burton se ha tenido que enfrontar con una de las tareas en las que más flojea (la creación de un guión sin fisuras) y se trata del punto más débil de la película. No sólo es que haya momentos en los que no se nos cuente nada, sino que el propio director parece más ensimismado en crear y desarrollar sus ideas estéticas que en crear una obra ombliguista que no mira más allá de sus propias narices. La historia no hace falta ser un experto para saber de dónde proviene. La novela gótica, nacida en Inglaterra, nos dejó a Frankestein como una obra de referencia, realizada por Mary Shelley durante una de esas veladas en las que se reunían escritores para jugar a pasar miedo en la nocturnidad de la noche. Así pues, más que guiño, se trata de una versión que revisiona el mito creado por la escritora británica, adaptado esta vez a la historia de un perro, el cual vuelve a la vida. Bueno la premisa es cierto que viene de ahí, pero el desarrollo posterior, lejos de cualquier intención de reflejar un existencialismo o alguna duda filosófica (como si bien hacían las películas de la Universal, aquellas obras míticas en las que aparecía el mítico Boris Karloff)

Otra vez el director retoma su infantilismo. No es que la película este destinada a un público infantil..O quizá sí, quién sabe. En todo caso no es la primera vez que el director se ampara en esta excusa para ofrecer momentos que más que infantiles resultan idiotas. Personajes que carecen de interés y parecen ya el vigésimo refrito del mismo tipo de personajes que ya ha utilizado el director en otras ocasiones (para más Inri fíjense en la vecina de Víctor), acción idiota que resulta anodina y cansina (además que los movimientos reflejan una torpez considerable)…

Danny Elfman es el compositor de la película. Le pasa lo mismo que al director. Con cinco minutos sabemos de quién se trata, que no quiera decir que este sea bueno de por sí. De hecho la banda sonora se sitúa bastante por detrás de la película, mostrando una repetición de esquemas por parte de Elfman preocupante. De hecho hay momentos que pueden recordar la mítica banda sonora de Elfman compuesta para otra película de Burton, “Batman” de 1989. Más que recordar parece un simple refrito del compositor, que no llega a la inventiva de otras de sus composiciones.


http://neokunst.wordpress.com/2013/05/10/analisis-filmico-frankenweenie/
Kyrios
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