Salida de la factoría de Luc Besson, llega la más nueva película escrita y producida por el francés, que contiene más o menos los mismos tópicos de mezclar violencia y acción con situaciones familiares, tal como ocurría en películas previas como The Family, Taken o Colombiana.

Kevin Costner interpreta a Ethan Runner, quien retirado como agente del servicio secreto y con una enfermedad terminal, recibe una oferta para realizar una última misión a cambio de probar una droga experimental que podría salvarle, y así intentar recuperar a su esposa e hija.

La dirección del film recae en un experimentado en el exceso, McG (Charlie´s Angels, Terminator Salvation, This Means War), quien ha sabido llevar a buen puerto el guión escrito por Besson, equilibrando las escenas de violencia con el drama familiar e incluso algún toque de comedia, dosificando bastante la acción que aunque pocas escenas, son bastante efectivas.

Pero el peso mayor de 3 días para matar recae en Kevin Costner, un actor más que comprobado que puede echarse al hombro una película imperfecta y excesiva como lo es ésta y salir avante.

3 días para matar es un disparate que se disfruta de inicio a fin, que lo mismo mezcla en su trama espionaje con una enigmática femme fatale, un hombre enfrentando una enfermedad terminal, la relación padre-hija, y por si fuera poco, una familia inmigrante africana que termina ocupando la casa del protagonista, pero todas las historias fluyen con desparpajo y despreocupación logrando un film entretenido y ágil.

McG le confía el peso específico de la película a Kevin Costner, y éste, como siempre, cumple cabalmente su rol.