En el año de su estreno, ‘Frozen’ representó todo un cambio en el paradigma de la producción propia de Disney tras comprar a Pixar, significando todo un suceso en la taquilla, con un producto visualmente a la altura de los productos de los creadores de la saga ‘Toy Story’, y una historia entrañable que ponía en un rol inédito a sus princesas, y un par de temas que aun hoy siguen presentes en el inconsciente colectivo.

Por ello era inevitable la secuela, luego de algunos experimentos cortos con no muy buena fortuna, llega esta segunda parte que ahonda en el pasado de las hermanas Elsa y Ana, iniciando con un prólogo en el que siendo niñas y a manera de cuento, su padre les narra la historia de un bosque encantado que quedó cubierto por la niebla, mientras su madre le cuenta de un río en el que se encuentran las respuestas a todo.

Cuando una voz la llama, Elsa decide emprender la aventura ante una latente amenaza para su pueblo, pero no lo hará sola, estará acompañada por Ana, Kristoff, Sven y el simpático Olaf, en un viaje en el que se sumergirán en su propio pasado para encontrar las respuestas que más han estado buscando.

La película está planteada como una aventura en la que las revelaciones se irán mostrando una a una, en situaciones divertidas con varios momentos musicales, algunos momentos románticos, como siempre en esta historia, inconclusos, y hasta algunas sabias reflexiones a cargo de Olaf.

La apuesta en esta segunda entrega es mayor y el resultado final se queda un tanto corto, el relato propone un viaje profundo a las raíces de las hermanas, de los padres, y de los poderes de Elsa, este viaje se torna por momentos excesivamente solemne.

La historia que se cuenta es por demás interesante, hay momentos musicales, aunque ninguno del impacto de su predecesora, diversión en su primera mitad no falta, pero a esta secuela, que repite equipo de dirección con la parejade Chris Buck y Jennifer Lee, es una digna secuela sin duda alguna, pero le hace falta algo de esa magia y encanto que hizo de la primera película un evento inolvidable e irrepetible.