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México México · Monterrey
Voto de Quique Mex:
8
Drama Polonia, 1960. Anna (Agata Trzebuchowska), una novicia huérfana que está a punto de hacerse monja, descubre que tiene un pariente vivo: una hermana de su madre que no quiso hacerse cargo de ella de niña. La madre superiora obliga a Anna a visitarla antes de tomar los hábitos. La tía, una juez desencantada y alcohólica, cuenta a su sobrina que su verdadero nombre es Ida Lebenstein, que es judía y que el trágico destino de su familia se ... [+]
27 de enero de 2015
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
La más reciente película del director polaco Pawel Pawlikowsli, la primera que dirige en su propio país, llega precedida una muy merecida fama a propósito de la cantidad de reconocimientos y nominaciones que ha acumulado los últimos meses.

Con una exquisita fotografía en blanco y negro y formato cuadrado en 4:3, cuenta una historia ambientada en los años 60 en la recién renacida Polonia, aún sacudida por las secuelas de la II Guerra Mundial; Ida se asemeja a cierto cine europeo de esa época, con reminiscencias a Wajda, Bresson o Bergman, aunque su temática religiosa recuerde más a Dreyer.

La protagonista de la historia es Anna (la enigmática Agata Trzebuchowska), una chica a punto de ordenarse como religiosa en un convento católico; la madre superiora le sugiere salir a conocer a su único pariente vivo, su tía Wanda (una extraordinaria Agata Kulesza), una mujer dura, solitaria, que fue jueza y condenó a varias personas a la muerte y que hoy vive entre el alcohol, el humo de sus cigarrillos y encuentros casuales con diversos hombres.

La primera salida al exterior de Anna no podría ser más caótica, el choque de personalidades es inevitable, además la tía le comenta sobre sus orígenes; ella en realidad se llama Ida y es judía, y que sus padres murieron en la guerra.

La película se torna en una road movie en donde ambas mujeres coincidirán en la búsqueda de un pasado que afinque su atribulado presente, confrontando siempre dilemas morales mientras se escarba en un pasado doloroso con heridas que no han terminado de sanar.

Quizás los puntos en contra de ‘Ida’ sea su preciosismo poco disímulado, y un guión que alude a un cálculo muy propio de películas del circuito de festivales, sin embargo Pawlikowsli sabe sortearlos a tiempo con una puesta en escena precisa y poderosa, con planos que respiran cine tanto en su muy particular encuadre así como en su duración.

Una película viva que en sus sutilezas sorprende y atrapa, vibrante relato de búsquedas que se merece toda la atención más allá de los premios que vaya acumulando.
Quique Mex
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