Imposible superar la emoción, el sentimiento a flor de piel, el dolor del amor o cualquier otra sensación intrincada en esos recónditos lugares del alma que alojan el sentimiento amoroso, y que esta película pone sobre el tapete como ninguna.
Max Ophuls es uno de los mejores directores de la historia, capaz de plasmar en imágenes lo que el corazón siente y padece, capaz de reflejar en una pantalla los sentimientos humanos en su más pura esencia, tanto los benévolos como los malvados, y que se repiten de generación en generación.
Las interpretaciones resultan tan creíbles, como maravillosas; los actores, todos ellos, son capaces de interpretar la pura esencia de el romanticismo, entendido como pasiones humanas desbordadas, con cada uno de sus gestos y miradas, con su dicción, con sus poses, con cada movimiento de un músculo.
No puedo por más catalogar esta maravilla como un diez absoluto.
He leído las criticas negativas de esta página, y solo diré a esos que la puntúan malamente que no tienen ni idea de cine, que el cine no se juzga en función de si la protagonista es lista o tonta, buena o malvada, sino en conjunto, como una acción, una sensación, un disparo, un camino lento, millones de valores que le dan a una cinta su verdadero valor. Lástima que estas personas no sepan valorar realmente Letter from an unknown woman.