El título original, PUSHOVER, resulta difícil de traducir; y vendría a ser algo así como “Fácil de convencer”.

Otra vez McMurray en apuros, al estilo de Perdición (Double Indemnity, Billy wilder, 1944); con la salvedad de que aquí la mujer no es malvada.

Obra maestra del Cine Negro, con un policía desbocado por una mujer y por el dinero. Sin duda la esencia de este género cinematográfico.

Es una obra muy simple tratada perfectamente en lo referente a guión, fotografía y música. El elenco actoral está perfecto, el grado de seriedad y verosimilitud de los secundarios es magnífico.

Fred McMurray demuestra su inmenso talento actoral, los gestos y las caras que pone son la diferencia con el cine actual, pues su naturalidad es asombrosa. Kim Novak, una de las peores actrices de la historia, pues carece de registros, cumple a la perfección con su papel, que no es otro que el de mostrar su inmensa belleza y su simpleza mental.

Un obra de alto voltaje.