No corresponde medir esta peli como si de El Padrino se tratara. Claramente el director se concentra en el mensaje más que en la forma cinematográfica. Desde este punto de vista creo que es una obra interesante, que nos habla del don de vivir, de la dificultad de reconocerlo, así como del don que todo humano tiene pero que no acepta. Cualquiera puede ser un sanador en la medida de que abra los ojos sin miedo a si mismo y a su realidad, la acepte, la valore, y sea un mensajero del don de vivir y ser parte de la vida. Suena muy cliché, algunos la tildan de conservadora, pero estos son valores superiores, que permanecen eternamente. La búsqueda de sentido de la vida y de la propia vida personal. Es hermosamente decidora la situación de aquella chica que teniendo todos los motivos para revelarse ante una situación trágica que la aqueja, es la que se transforma en dadora de vida, de amor, y que encamina al protagonista a aceptarse a si mismo, a su destino, y entregar a los demás todo lo bueno que posee. Película para reflexionar. La peli no aborda su mensaje desde el cine arte, sino deliberadamente desde el cine comercial, lo cual se justifica plenamente porque toda la recaudación irá a instituciones de beneficencia.