Esta película es pésima; es un ejercicio de falta de imaginación y de desorientación del cine comercial y moralizante americano. Podría insinuar el parecido con "Átame", de Almodóvar; pero no iré por ahí. Lo que más me llama la atención es el intento de hacer humor negro y moralizar al mismo tiempo: insoportable. Tres jóvenes psicópatas asaltan a su profesora en su propia casa, la amenazan, la golpean, la secuestran, la extorsionan, y un largo etcétera de delitos, y el director de esta penosa producción no se le ocurre otra cosa que tratar de convencernos de su heroísmo, hasta el punto de hacerlos triunfar brillantemente al final, como en esos telefilmes victorianos que echan en las cadenas para ahorrar gastos en las programaciones semanales.
Esta película no sólo es ridículamente inverosímil y carente de gracia, sino que muestra el delito juvenil como explicable, incluso plausible. Es un ejemplo de la desorientación moral y estética del cine americano contemporáneo.