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Vanuatu Vanuatu · Villaescoria de cirullos
Voto de Patomelon:
9
Drama La sucursal española de una empresa americana se ve obligada a prohibir el tabaco en sus oficinas. Los que quieran fumar en horario laboral deberán hacerlo en la calle. Ramírez, uno de los empleados, empieza a reunir firmas para que se utilice un despacho desocupado como sala de fumadores. En principio, todos parecen estar de acuerdo, pero a la hora de la verdad pondrán todo tipo de excusas para no figurar en esa lista; en cambio, ... [+]
18 de marzo de 2007
33 de 47 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dentro del panorama cineástico español, sin duda es de lo mejor que se puede encontrar. Basta ya de pedanterías y de películas hinchadas absurdamente por el crítico de turno (y no quiero decir nombres pero muchas veces son los que ganan los premios). Basta ya de sensiblería tontorrona y retratos de Españas que nada tienen que ver con la realidad.
Pero hay veces que determinadas películas son algo más y se cuelan en la mente por el motivo que sea y un motivo puede ser que te des cuenta de que estás ante una película necesaria. Entonces...¿Cualquier película de denuncia se debe considerar necesaria? Ni de coña, tampoco he dicho que sea una película denuncia. Pero, sinceramente, a mi me hubiera encantado haber tenido esa sala de fumar y creo que puedo comprender cómo se siente Eduard Fernández. Pero su lucha es también la lucha de tantos otros, de cruces de intenciones y conflictos de intereses por no querer estar debajo del enorme mazo de la gran empresa. Y todo por querer utilizar una zona vacía, ni siquiera eso están por la labor de concedernos, ha llegado el momento de pararse a pensar y darse cuenta de que no nos están dando ni aquello que ellos no utilizan. Sin embargo se puede pensar que es un combate perdido y Eduard Fernández hasta parece que envejezca en un intento heroico y cabezón de cambiar las reglas del juego o...por poder echarse un cigarrillo.
A veces la honestidad es el mejor arma y desde mi humilde opinión aquí se rebosa de eso que tanto falta, incluso en el ojo que mira lo que pasa, que no es otra cosa que el ojo de cualquiera de nosotros que está viendo, mirando y sintiendose impotente ante lo que sucede.
Puede parecer irónico decir que la ironía está muy presente, pero es así, pero el conjunto no deja que te tomes lo acabas de ver con humor, porque, cierto o no, refleja la suerte de muchos trabajadores. Todo con su toque dramático, bien llevado por personajes que nos cuentan su vida y nos dan idea de lo que esa maldita sala significa para ellos. Todo con monólogos y diálogos ágiles y con fuerza, cortantes, van al grano dando un pequeño rodeo y sobre todo muestran claramente las intenciones de cada uno (trabajadores, dirigentes y empresa) aunque a veces esten escondidas bajo palabras de apoyo.
No es necesariamente una visión negativista, es la realidad que se acerca, donde somos tan pequeños que ya hasta nos pisamos entre nosotros.
Patomelon
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