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España España · Madrid
Voto de SyckBoy:
8
Drama El encuentro con un activista medioambiental y su esposa embarazada (Amanda Seyfried) radicaliza poco a poco la ideología de un pastor evangélico (Ethan Hawke), un antiguo capellán del ejército, todavía marcado por la muerte de su hijo en Irak, que dirige una pequeña iglesia en el norte del estado de Nueva York. (FILMAFFINITY)
6 de noviembre de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La primera vez que Paul Schrader vio una película tenía 17 años. Sus padres eran fieles seguidores de la Iglesia Cristiana Reformada (como la First Reformed que da título a su última película), una especie de secta escindida de los calvinistas. Para la familia Schrader, residente en un pequeño pueblo de Michigan, la televisión, el cine y el rock eran obra del diablo. “Me enamoré del cine precisamente porque estaba prohibido” cuenta el propio Paul. Su padre le azotaba una media de 6 o 7 veces por semana por las razones más absurdas. "Yo me quitaba la camisa de los domingos, mi padre me hacía inclinar sobre la mesa de la cocina, sacaba el cable de su afeitadora eléctrica, y me daba en la espalda con el enchufe, a mí me quedaba todo el lomo salpicado de puntitos de sangre, un bonito estampado de motas rojas por toda la espalda". La idea del suicidio empezó a rodear la vida del joven Paul cuando su tío se quitó la vida, y poco tiempo después, dos de sus primos hicieron lo mismo. Rodeado de este ambiente lúgubre y opresivo, Paul pensó en hacerse cura con 16 años. Hasta que descubrió el cine.
Años después, ya asentado en California, Paul demostraba estar obsesionado con la idea del suicidio y dormía siempre con una pistola debajo de la almohada. En palabras de su amigo Penny Marshall: “Se pasaba el tiempo hablando del suicidio. Desde un punto de vista compulsivo-anal. Decía que iba a meterse el cañón en la boca y que apretaría el gatillo, pero que antes se envolvería la cabeza con una toalla, para no manchar”.

Todo esto lo cuenta Peter Biskind en “Moteros tranquilos, toros salvajes”. Y todo esto me vino a la memoria durante la proyección de El reverendo (First Reformed, 2017) porque Schrader ha vertido todas sus obsesiones en este extrañísimo film: el suicidio, la culpa, la pérdida de la fe, la violencia como forma de expiación, la soledad, la familia, el peso del pasado…
Lo primero que sorprende al adentrarse en la película es como Schrader se apropia de muchos elementos la puesta en escena que caracterizaba a su admirado Robert Bresson: formato 4/3, abundancia de tomas largas, muchos planos generales, un montaje muy sobrio, uso contundente de la profundidad de campo… Se produce una sensación de austeridad formal que sólo se rompe en momentos muy puntuales. Y digo momentos puntuales porque la película nos guarda un par de sorpresas para el tercer acto que son de puro genio. A este "estilo Bresson" Schrader añade un uso del color y las texturas fascinante que en muchas ocasiones ayuda a transmitir el estado de ánimo de este reverendo, un Ethan Hawke admirable que sostiene toda la película sobre sus hombros aportando una enorme gama de matices a su atormentado personaje.

Hurgando un poco en El reverendo podemos ver retazos de toda la obra de Schrader: los diarios del camello de Posibilidad de escape (Light sleeper, 1992), un momento clave ilustrado por un líquido que se diluye en un vaso como ocurría en Taxi Driver, un pasado familiar y afectivo tormentoso, un personaje masculino protagonista que según avanza la película está cada vez más perdido… Da la sensación que aquí Schrader lo ha puesto todo, y por eso la historia de este párroco resulta ser dan dolorosa y desoladora. Por eso y porque Schrader hace muchas preguntas pero da muy pocas respuestas. Es una obra totalmente fuera de su tiempo, hecha a tumba abierta, una anomalía absoluta en el panorama actual. Supone el regreso en plena forma de uno de los autores más importantes de la últimas décadas, alguien que siempre pone a sus personajes al límite para mostrarnos los abismos del ser humano. Y lo hace como pocos lo han hecho en la historia del séptimo arte.

“Schrader es un original. No tengo mucho respeto por los guionistas. La mayoría de ellos no podrían calzar mis zapatos. Pero respeto a Paul”. John Millius.

Artículo publicado en el blog "Antes de parpadear": https://robergcuesta.wixsite.com/antesde
SyckBoy
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