Por lo general, Brad Pitt es considerado una celebridad de Hollywood más que un buen actor, consideraciones basadas en su recaudación en taquilla y no en la verdadera calidad de sus trabajos. A mí me parece uno de esos pocos actores que tienen una carrera más o menos equilibrada, y tiene sus patadas como todos, lo que pasa es que el fenómeno fan iniciado por revistas adolescentes le ha hecho mucho daño (igual que a la musa de Scorsese).
El caso es que al margen de la fidelidad de la historia, que obviamente no lo es, las actuaciones de ellas podrían haber sido bastante mejores, y Orlando resulta igual de anodino en cada papel. La única pega que le encuentro al guión es centralizarlo todo en el deseo de gloria y posteridad de Aquiles, pero más que nada por ese empeño en recalcar casi en cada escena que su nombre ha de perdurar "for the ages".