Entrañable, divertida, original y totalmente navideña, entrando en una ambientación preciosa. El actor Macaulay Culkin (Kevin) resultó hasta la época uno de los niños con más éxito en esta película. Lo que realmente resalta es la banda sonora, ya que John Williams se inventó un villancico, algo que tiene un mérito enorme por su parte. El guión es lo que no resalta mucho, ya que no está muy trabajado.El tema principal de que un niño se quede sólo en casa, y se las tenga que arreglar para tenderles trampas a unos ladrones que entran en ella lo llevan de una forma muy graciosa, con un toque de los capítulos de dibujos animados que te resulta muy familiar. La pareja de ladrones es un tópico de "el tonto y el jefe", siendo estos divertidos y graciosos. He de destacar una escena que me llamó mucho la atención, en la que Kevin entra en una iglesia y se encuentra con Roberts Blossom, y tienen una conversación sobre la familia, tanto de él como de Kevin. Me gusta bastante dado que se da importancia a los temas familiares, y da algunas lecciones que muchas familias deberían escuchar y aprender. Diciendo esto sutilmente, termino, recomendando esta película para toda la familia y para pasar un muy buen rato navideño. Y repetiré esta frase que tanto me gustó de la película dicha en el título de la crítica: "Santa Claus non va a los entierros, hijo".