Es de esas películas que asustan un poco por su metraje, que le haces el quite hasta dar con el momento preciso, pero también es de esas que dejan recompensa, que sientes que no perdiste tres horas de tu vida, sino que las ganaste.
América se nos presenta como la meta absoluta, recompensa total, pero ilusión al fin y al cabo, pero que a final de cuentas da lo mismo si el destino satisfará las expectativas, porque para el protagonista por más poderosos que sean los distractores en el camino nunca tendrá dudas del objetivo que lo moviliza, una meta casi metafísica donde, al igual que lo hizo Kazan, los "heridos" que van quedando en el camino no importan y solo dejan un rastro más colorido.
Es larga, cierto, pero a mi juicio fluye entretenidamente, porque pasan cosas, hay historia profunda, densa, rica en acontecimientos y de profunda representación de la condición humana.
America, la esperanza al otro lado del mar, la ilusión que moviliza, filmada con talento, energía y valor. Imperdible para cualquiera que..............para cualquiera en realidad.