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Voto de Reaccionario:
6
Thriller Hamburgo, 1963. Después del suicidio de un viejo judío, su diario cae en manos de Peter Miller, un joven periodista freelance. Se trata de un testimonio de los inconcebibles y crueles crímenes cometidos por el capitán de las SS Eduard Roschmann, comandante del tristemente célebre campo de exterminio de Riga (Letonia). Al parecer, Roschmann vive en algún lugar de Hamburgo con una identidad falsa, pero Miller está decidido a encontrarlo como sea. (FILMAFFINITY) [+]
16 de abril de 2017
3 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un año después de la novela de "Chacal", Frederick Forsyth publica "Odessa", es decir, en 1972, y con la misma celeridad es llevada al cine. Así que para 1974 tenemos su adaptación germano-británica con Jon Voight como protagonista, y la atractiva Mary Tamm, Maximilian Schell y Maria Schell como acompañantes. Forsyth nos asegura en la introducción que la película está basada fielmente en hechos verídicos, a partir de diversas investigaciones, aunque no sabría decir hasta que punto es así. Ahora bien, la red ODESSA para evadir nazis y el carnicero Eduard Roschmann (Maximilian Schell) fueron muy reales.

Dicho esto, aprovecho la oportunidad para desmentir la idea que circula por ahí de que tanto la Iglesia Católica como países no democráticos, me refiero a España y Portugal a los que expresamente se cita, ayudaron a escapar a criminales de guerra. La falsedad de la afirmación es obvia, lo cual no quita que pudiera haber algún caso aislado de filonazismo, que actuara por su cuenta. Además resulta absurdo pensar que si, por ejemplo, España estaba en el punto de mira de los aliados por "fascista", los provocase ocultando nazis, cuando quería dar precisamente una imagen de normalidad "desfascisticizándose".

El caso es que Ronald Neame construye un thriller de espías, si no tan bueno como "Chacal" (1973), al menos sí solvente y con ese toque neutro periodístico que vendría a ser una marca de la casa Forsyth. Es posible que tenga un par de giros algo afortunados, tampoco el final es muy original, pero se ve "Odessa" con gusto pese a su extensión, tenía entonces una actualidad rabiosa y además es una obra de denuncia. Eso sí, me he quedado con las ganas de ver a Sigi (Mary Tamm) como striper pero para compensarlo sale con unas botas marrones que están bien pero que son de 1974, no de 1963, cuando se ambienta.
Reaccionario
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