"Love Story" se supone que es uno de los dramas más románticos y lacrimógenos de la historia del cine, según el American Film Institute al menos, que en 1970 causó sensación. Además de optar a siete Oscars, aunque sólo se llevó uno merced a su banda sonora, que es de lo mejor que tiene, fue la más taquillera del año en los Estados Unidos y con toda seguridad en todo el mundo, siendo así de los mayores éxitos comerciales de toda la década de los setenta. Es más, prácticamente inicia el subgénero del dramón romántico, que se cultivó en los años siguientes y que en realidad aún sigue activo.

Ahora bien, la primera vez que vi esta adaptación de la novela homónima de Erich Segal me dejó muy frío y no lo digo por las heladas que caen en la universidad de Harvard por la que se pasean. Un segundo visionado años después no ha mejorado la experiencia, incluso la empeora porque Jenny Cavalleri (Ali MacGraw) bate el récord de resultar odiosa en 20 segundos, a pesar de llevar unas gafas como en el "Un, dos, tres... responda otra vez". Aunque suene cruel por unos momentos te regocijas con que se vaya a morir. Luego es verdad que su imagen mejora un poquitín, por lo menos es sensata.

La película no acaba de funcionar por varios motivos, para empezar porque te destripan la muerte de la chica en la primera escena, para seguir en que ella no enamora para nada y él me parece demasiado tonto y orgulloso, y para terminar en que la relación amorosa se dibuja con tanta rapidez como falta de profundidad, sensibilidad y verdadero romanticismo. A mí al menos no me llega lo más mínimo. "Love Story" no deja de ser plana aunque quieran incluir conflicto familiar y algunos toques progres. Se puede ver por la fama pero de este estilo es mucho mejor la de "Un paseo para recordar" (2002).