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Voto de Reaccionario:
3
Drama Una historia de esperanza y humanidad, de miseria y supervivencia, que explora las fuertes sensaciones emocionales y físicas de tres personajes: Paul (Sean Penn), Gato (Benicio Del Toro), y Cristina (Naomi Watts) unidos por un accidente inesperado que hace que sus vidas y destinos se crucen, en una historia que los lleva al amor y la venganza. 21 gramos hace referencia al peso que perdemos cuando morimos, el peso llevado por los que sobrevivan. (FILMAFFINITY) [+]
4 de junio de 2016
7 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si es que me lo pone a huevo el crítico de "El País", Ángel Fernández. Santos, con "un chorro de actos y de ideas". No señor, una chorrada. Como muy bien dice Neathara, el drama actual, o mejor el cine, se basa en cuanto más mejor. Es decir, si de lo que se trata es mostrar dolor cuanto más sufren los personajes, mejor película es ¿? De esta forma se entiende que la exhibición de lágrimas, caras tristes, miradas perdidas y arranques de desesperación se ganen el favor de los entendidos del séptimo arte, aunque lo único que diferencia "21 gramos" de cualquier telefilme de sobremesa es la forma porque el fondo es una trama de lo más plana aunque Alejandro González Iñárritu juegue sin llegar a ningún lado con la culpa, Dios, la continuidad de la vida o el dolor. Ahora bien, lo que la convierte en una obra pseudomaestra es adornarla con una pila de tacos, ya se sabe que para los académicos si en una película dicen "sal de mi casa" es mediocre pero si gritan "sal de mi puta casa" es que es buenísima, y ese horroroso montaje en el que la secuencia temporal de los hechos ha sido destruido en un desbarajuste de escenas que no sólo confunden al espectador sino que le hacen perder cualquier atisbo de misterio.

Así, sin pensar mucho se me viene a la cabeza otros trabajos que afrontan con más realismo, sensibilidad y fineza el varapalo que supone la pérdida de un ser querido. Por ejemplo, "Mensaje en una botella" (1999), "Sin reservas" (2007) y sobre todo, la soberbia "Gente Corriente" (1980). Pero claro, estas tienen que ser mediocres porque además de prescindir de las palabrotas no incluyen escenas de sexo, desnudos y drogas, cosa que en el cine moderno es la clave del éxito. Pero volviendo al tema, los errores de "21 gramos" son variados, por ejemplo en la forma, ese montaje que he señalado, pero también en los personajes. Resulta que salvo con Cristina (Naomi Watts), que es la que tiene menos minutos y recorrido, uno no empatiza con el elenco masculino. Paul (Sean Penn) es un fresco que en cuanto se siente mejor vuelve a dejar tirada a su mujer y Jack (Benicio Del Toro), es un pillado total, cuya religiosidad extrema no le impide obrar de forma inmoral. Además, no le perdono que coloque a las pobres animadoras de carnaza, otra vez, "podrás tirarte a alguna animadora". Recapitulando, a este director habría que decirme que el drama, ni siquiera la tragedia, no es un conjunto de desgracias. Otro día os explicaré su naturaleza.
Reaccionario
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