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Voto de Reaccionario:
4
Ciencia ficción. Fantástico. Acción En un mundo futuro, en el que es posible viajar al pasado, se ha creado la Comisión de Control del Tiempo, cuya función consiste en impedir la alteración de hechos que cambiarían el curso de la historia. Walker, un agente de policía que diez años antes perdió a su mujer en un ataque criminal, regresa al pasado para rescatarla y acabar con el ambicioso senador McComb. (FILMAFFINITY)
18 de junio de 2016
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
O eso dicen en la película. De todos modos estaba dudando si titular mi crítica así o poner "El Ministerio del tiempo norteamericano". Porque de eso se trata. Os he pillado Javier y Pablo Olivares, creadores de la popular serie española que está emitiendo la 1 desde el 2015, "El Ministerio del tiempo", os he habéis copiado hasta en la historia romántica del protagonista, pero cambiando los viajes por medio de una especia de DeLorean del futuro por unas puertas y la Comisión del Control del Tiempo original por el castizo ministerio. En cualquier caso, se trata de lo mismo: una agencia gubernamental que se dedica a evitar que alguien altere el pasado. Esto obviamente genera un debate ético muy interesante pero sobre el que no voy a extender para no alargarme. Sólo añadiré que por un lado parece la panacea para evitar cualquier mal pero por el otro tiene un resabio a poder totalitario que asusta. Eso sí, paradojas temporales no hay. La paradoja implica algo irresoluble porque es contradictorio pero los viajes en el tiempo en sí no lo son.

Sea como fuere tenemos "Timecop, policía en el tiempo", que es la película más taquillera de Jean-Claude Van Damme y una de las más caras en cuanto a su presupuesto. Y aquí viene uno de sus problemas, común a casi todos los maestros de las artes marciales. Ellos son especialistas en dar patadas y puñetazos, pero como manejan más pasta hay que meter explosiones, metralletas, pistolas y extrañas máquinas eléctricas, con lo cual se desvirtúa el talento, en este caso, del belga. De hecho, se ve forzado cómo pelea con las manos desnudas contra los malos, que llevan de todo. Esto en realidad se puede solucionar con imaginación pero Peter Hyams no la demuestra en unas combinaciones rutinarias para cumplir con las exigencias. Pero si por aquí no despunta tampoco lo hace en un trama que aunque más o menos es lógica peca de ser insípida, anodina, previsible y con algunos momentos dudosos. Tampoco aclaran qué pasa en esa distopía del 2004 con juicios exprés. En definitiva, aburre un poco. Van Damme las tiene mejores.
Reaccionario
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