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Voto de Reaccionario:
6
Drama Asturias, 1839. Durante la primera guerra entre carlistas e isabelinos, Beatriz, la hija de un coronel isabelino, casada en secreto con un capitán carlista, se ve metida en una dramática aventura en la que se enfrentan su padre y su marido. (FILMAFFINITY)
12 de agosto de 2015
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
De los muchos episodios de la historia de España, pocos tan recientes han sido tan olvidados como las tres guerras carlistas del siglo XIX. En concreto, el cine ha pasado de puntillas, mejor dicho, ha pasado de largo haciendo un rodeo, porque apenas hay títulos que la aborden. Es que no recuerdo ninguno. "Las aguas bajan negras" parece que va a ser la excepción, pues la trama arranca con los amoríos de la hija de un coronel isabelino, Beatriz (Mary Delgado), y un capitán carlista, Fernando (Raúl Cancio), durante la I Guerra Carlista (1833-1840). Sin embargo, esto es sólo un prólogo, pues después de los primeros minutos damos un salto temporal de unos veinte años. Lo que sigue siendo lo mismo es el pueblo, Ruibarcos, me parece que ficticio, y la región, la asturiana.

Lo que es la adaptación de la novela de Armando Palacio Valdés, titulada "La aldea perdida", plantea como tema principal el conflicto entre la tradición y la modernidad. Y lo hace de forma inteligente, sin buenos y malos. Bueno, sí los hay pero no es determinante para la oposición entre mineros y agricultores. Ambos tienen razón o no la tienen pero será el espectador el que tendrá que decidirlo. Yo creo que José Luis Sáenz de Heredia se decanta por el progreso pero lo importante son los argumentos de uno y otros. Pero además de esto, la película se adorna con una subtrama melodramática, más otra romántica, no exenta de sexualidad, en la que se luce Carmina (Charito Granados), una campesina que lleva unos trajes regionales estupendos, hermosa y dulce, pero con temperamento.
Reaccionario
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