Verdadero western norteamericano, con toques de road movie, pero a la española, en el que las praderas de Kansas o Texas se han convertido en los soleados y baldíos campos o en los trigales de Andalucía y Castilla La Mancha, los vaqueros en jornaleros, los indios en caciques y los revólveres en hoces y navajas. "La Venganza" tiene una solvente factura técnica, por ejemplo en la fotografía, una trama de alta tensión y un reparto que llena la pantalla, con Raf Vallone, Jorge Mistral y Carmen Sevilla. No en vano fue la primera obra de nuestro país nominada a los Oscars en la categoría de mejor película de lengua extranjera, que por desgracia no logró.

Hay que decir que "La Venganza" podría haber estado a punto de caer en el fiasco si no hubiera intervenido la censura del régimen. Figuráos que el objetivo de Juan Antonio Bardem es trasladar la tesis del Partido Comunista de la reconciliación nacional, entre vencedores y vencidos, lo cual era una milonga para engañar a incautos. Por fortuna le obligaron a cambiar la trama política por otra pasional y a ubicarla temporalmente en los años de la República, que es exactamente cuando pasaban estas cosas en las tierras hispanas y no bajo la dictadura donde existía una reglamentación laboral bastante seria. Así que mejor vedla no en clave política sino franquista.